La diversidad inunda los paladares mirandeses en el último Distrito de Domingo del año

En esta ocasión, el Distrito de Domingo invitó a la Asociación de Mujeres Inmigrantes Sin Fronteras de Miranda de Ebro, una organización sin ánimo de lucro que no dudó en participar en esta feria incluyendo un puesto de ropa reciclada y una muestra gastronómica gratuita que concentró bajo el pórtico del Consistorio multitud de sabores de todo el mundo. Sin duda, la muestra fue un éxito: decenas de transeúntes se acercaron al stand de la Asociación, atraídos por el olor de unos pinchos de lo más exóticos y sabrosos.

«Hemos traído bocadillos de guayaba con queso latinoamericano, patacones elaborados con plátano macho, arepitas hechas a base de harina de maíz, queso y mantequilla, y unas natillas típicas de la Navidad colombiana», explicaba Mirta Cajamarca, una mujer colombiana asentada en Miranda desde hace más de veinte años.

Lo cierto es que la comida sudamericana cobró especial protagonismo en una jornada donde también se pudo degustar pastafrola argentina, tapas brasileñas, chilenas, paraguayas, ecuatorianas y bolivianas. Al otro lado del charco, Rumanía no desaprovechó la oportunidad de deleitar a la sociedad mirandesa con el sabor de sus embutidos. «Somos conscientes de que todo lo que es gratis atrae, pero también sabemos que a la gente le gusta la mezcla de sabores, de colores y de acentos», agregaba Cajamarca.

Más allá de lo gastronómico, la Asociación de Mujeres Inmigrantes Sin Fronteras también demostró ayer su compromiso con la lucha por la igualdad de las mujeres en todo el mundo. Es por eso que, tras leer un reivindicativo manifiesto frente a la Plaza de España, estas mujeres decidieron cortarse un mechón de pelo como muestra de apoyo a las mujeres iraníes que desde hace semanas piden justicia por la muerte de Mahsa Amini, una joven de veintidós años que supuestamente falleció de un infarto en una comisaría de Teherán tras haber sido arrestada por no llevar bien puesto el hiyab. «Se trata de un gesto solidario con el que pretendemos transmitir nuestro apoyo a su lucha», aclaraba Cajamarca.

Desde la Asociación también explican que, lejos de querer suplantar a los organismos estatales, aspiran a brindar el apoyo que a veces las instituciones no son capaces de dar: «Nuestra asociación es un apoyo emocional para las mujeres que llegan a Miranda ya que, además de ofrecer ropa, aportamos el calor de la compañía, escuchamos los distintos acentos y, en definitiva, nos ayudamos las unas a las otras mediante una cadena de favores», añadía la colombiana. Todo esto porque ellas lo tienen claro: «las mujeres somos las que movemos el mundo».