Los años 80 regresan a la Parte Vieja de Miranda de Ebro

No en vano, este evento surgido con la intención de rememorar los años álgidos del Casco Histórico mirandés -que llegó a albergar hasta más de sesenta bares entre sus calles- tuvo su origen en el año 2013. Entonces la Parte Vieja todavía sobrevivía a su decadencia y las últimas generaciones de jóvenes aún podían disfrutar de los resquicios del esplendor festivo del lugar, apenas unos años antes de que la fiesta se trasladara irrevocablemente allende el Ebro. Así pues, en aquella primera edición jóvenes y adultos coincidieron en las calles de una Parte Vieja que se retrotrajo treinta años en el tiempo.

Paula, por ejemplo, tenía quince años la primera vez que se celebró la Quedada de la Parte Vieja. Según explica, aquel día salió con sus amigas por el Casco Antiguo para bailar música comercial, tal y como solía hacer algunos fines de semana. Sin embargo, explica Paula, «nos encontramos con un ambiente distinto que nos encantó porque sonaba otro tipo de música que siempre habíamos escuchado en casa gracias a nuestros padres».

Por todo ello, no es de extrañar que el evento lograra despertar el interés de toda la ciudadanía y congregara anoche a jóvenes y adultos en la Plaza de España donde, además, a las 00:00 horas se vivió un momento muy especial. Generaciones al margen, prácticamente todo el público asistente participó en la fiesta cantando el Himno de la Ciudad de Miranda y posando para la foto colectiva que irrevocablemente capturaría el momento en una imagen.

Tres años habían transcurrido desde que la última edición de la Gran Quedada llegara a su fin en octubre de 2019. Durante los dos años posteriores, la pandemia de coronavirus hizo imposible -como tantas otras cosas- la celebración de este evento con tan buena acogida desde sus orígenes.

No obstante, el 2022, consolidado de algún modo como el año de retorno a la antigua normalidad, ha permitido volver a pensar en fiesta y los organizadores de la Gran Quedada no defraudarían. Y es que, tal y como señalaba ya in situ Zalema Tamayo, una de las organizadoras del evento, «después de dos años sin Quedada, yo creo que todos teníamos muchas ganas de disfrutar».

Desde las 20:00 horas la música comenzó a sonar. La batucada Batuskirla fue la encargada de captar en el ensanche de la ciudad a aquellas personas más indecisas para que siguieran sus pasos al ritmo de la música hasta la Parte Vieja de Miranda. Allí, las calles de Los Hornos, San Juan y La Fuente rejuvenecieron con música de La Movida y también de los años 90. Además, varios artistas y grupos locales intervinieron con sendas actuaciones que la ciudadanía de Miranda aplaudió y coreó: Judas, Sin-Copa, Hotel Ruido y Dos puertas y un bombín amenizaron la jornada junto a diversos pinchadiscos que alargaron la fiesta hasta altas horas de la madrugada.

De acuerdo a Tamayo, «la respuesta de la ciudadanía ha sido muy positiva, como cabía esperar». Y es que por algún motivo, la Parte Vieja atrae y los baby boomers no fallan a esta cita anual: «He venido a todas las quedadas desde la primera del 2013 que, sin duda, fue la más especial», apuntaba Raquel, una mirandesa del 73.

Sea como fuere, anoche muchas fueron las personas nacidas entre los 60 y los 80 que acapararon la fiesta en la calle. El espíritu joven fue protagonista de una jornada festiva en la que muchos mirandeses rememoraron las juergas de su juventud. ¿Tocará rememorar hoy alguna mala resaca?