La sequía prolongada que sufre la provincia y las numerosas olas de calor de este verano extremadamente cálido han puesto en peligro la cosecha de miel en Burgos. Los apicultores de la provincia, que están comenzando la temporada de recolección, esperan un descenso en algunas ... zonas del 50%, mientras que en otras no van a alcanzar ni siquiera el 25%.
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Yolanda Martínez, vicepresidenta de la Asociación Provincial de Apicultores Burgaleses (ASAPIBUR), asegura que este verano tan extremo y con tanto riesgo de incendio ha afectado a sus colmenas. «Por suerte, a ninguno de los socios se le han quemado las colmenas», afirma, pero sí se han visto perjudicados por no poder «ir a las colmenas por el tema del humo».
El riesgo de incendios ha condicionado el trabajo de los apicultores, que han visto cómo se les ha prohibido el uso del ahumador para extraer la miel de las colmenas. «A nuestras abejas hay que trabajarlas con humo», lamenta Yolanda.
El extremo calor de este verano y la sequía ha provocado que la floración haya sido escasa, pues la vegetación se ha secado demasiado pronto sin dejar a las abejas poder alimentarse correctamente. Ahora es la época de los girasoles, pero su polen «no es nada nutritivo», por lo que producción de miel no se ve beneficiada.
Existe también otra amenaza para las abejas. Se trata de la varroa, un ácaro que produce la varroosis, una enfermedad que «deja a las abejas muy débiles, por lo que hay que tratar ahora a las abejas contra la varroa». «Ese va a ser el mayor de los problemas ahora mismo, porque este verano no se ha podido ir a las colmenas, no hemos podido hacer test a ver su estado. La varroa va a ser un problema este año», asegura la vicepresidenta.
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En cuanto a la cantidad de miel que podrán recolectar este año, desde ASAPIBUR no son optimistas: «En según qué zonas va a ser la mitad, en otras no van a llegar ni al 25% de otros años». «Con las altas temperaturas las abejas no salen, tienen que mantener la temperatura de la colmena, así que comen lo que habían recogido anteriormente y se quedan débiles», explica.
La solución es «muy difícil» y en Burgos prevén «mortandad este año» por no haberlas «podido vacunar y atender correctamente durante el verano». «La temporada va a ser nefasta», lamentan, aunque hasta que no termine la campaña de recogida no podrán valorarlo al 100%.
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«En el norte tendremos un 50% de miel, en las zonas del sur habrá un 25%. Dependemos tanto del clima, de las floraciones, que un año de una colmena puedes sacar 20 kilos de miel y otro tan solo diez. Este año la combinación de la sequía y el calor han provocado esta situación, la sequía no ha permitido la floración y alimentación de las abejas y el calor ha supuesto que las abejas salgan menos de la colmena, necesiten más agua y energía para mantener la temperatura y se dedican a eso y no a recolectar el néctar de las flores. Aunque la sequía aquí lo ha quemado todo y el girasol deja las colmenas muy mermadas, muy débiles y la varroa campa a sus anchas», explica Yolanda.
Pero no son estos los únicas contratiempos que se están encontrando los apicultores. A la sequía, el calor, la prohibición de usar el ahumador y la varroa se le suma un obstáculo más con el que no contaban: el precio y la escasez de los tarros de cristal.
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«Estamos teniendo unos problemas con los tarros... Se ha duplicado el precio de los tarros del año pasado a este. Los tarros de cedilla, los tarros mieleros de siempre, parece ser que no hay en España, se están trayendo de Egipto y cada 15 días nos están subiendo los precios un poco más», denuncia.
Unos tarros cada vez más caros y que no siempre llegan. En el último pedido, Yolanda Martínez encargó «un camión» y ha recibido «solo seis palés», de los 22.000 tarros que esperaba tan solo han llegado 7.000.
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Las incidencias meteorológicas han convertido este verano en un periodo complicado para las abejas burgalesas, pero la dificultad para encontrar tarros de cristal para envasar su miel no pone fácil a los apicultores la producción esta temporada. La miel burgalesa será este año un producto, sin duda, de lujo.
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