Un puñado de viejas construcciones, símbolo de un futuro que nunca fue, permanecen a duras penas en pie, luchando contra el abandono y los elementos a la sombra del túnel de La Engaña. Y así deberán seguir, a la espera de que se consolide alguna ... iniciativa que devuelva al entorno un esplendor que le fue arrebatado antes incluso de que terminara de horadarse la montaña a mediados del siglo pasado.
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Y es que la recuperación del entorno del histórico túnel permanece sumida en el olvido. Al menos en la parte burgalesa. No así en el lado cántabro, donde sí que se están moviendo las cosas. Y de manera significativa, por cierto. No en vano, el Gobierno de Cantabria ya tiene sobre la mesa un ambicioso proyecto de puesta en valor del entorno de la boca norte del túnel, situado en la Vega de Pas, con el que pretende revitalizar económicamente la zona a través del turismo y, de paso, recuperar parte de los anhelos que se perdieron hace algo más de 60 años, cuando la línea ferroviaria Santander-Mediterráneo murió antes de terminar de ver la luz. y
El proyecto en cuestión, que meses atrás fue declarado de Interés Público y cuenta con el aval del Ministerio a través de los Planes de Sostenibilidad Turística del Ministerio, será financiado a través de los fondos de recuperación europeos. En total, cinco millones de euros que se destinarán a varias actuaciones de cierta relevancia, incluyendo la adaptación de una vía verde en los 3,2 kilómetros que separan la boca norte del túnel de La Engaña con la estación de Yera.
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Allí, se aprovecharán algunos de los viejos edificios hoy en ruinas para levantar un centro de recepción de visitantes, un museo y un albergue dotado con 60 plazas. También se actuará en los cuatro túneles cortos situados entre Yera y el túnel principal y se intervendrá de manera puntual en la propia boca norte de este, donde se prevén instalar un sistema de proyecciones.
En principio, el plan se ha contemplado con un horizonte temporal de dos años para la ejecución de todos los trabajos, que ya cuentan con todos los parabienes, tanto del Gobierno de Cantabria como del Ayuntamiento de Vega de Pas.
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Mientras tanto, en la boca sur del túnel, ya en territorio burgalés, las cosas no terminan de arrancar. Y eso a pesar de que el Ayuntamiento de Merindad de Valdeporres lleva años reclamando el desarrollo de un proyecto que permita poner en valor el espectacular patrimonio histórico y ferroviario presente en la zona.
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Lo único que se ha materializado hasta la fecha es la adaptación de la vía verde aprovechando la plataforma creada en su día para colocar las vías del tren. Eso sí, en este caso, aún se está pendiente de la finalización de las obras de adaptación de los antiguos puentes ferroviarios de la línea a través de Las Merindades, incluido el situado en Valdeporres.
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En todo caso, a ambos lados del límite provincial reconocen que el objetivo más ambicioso de todos, que no es sino la reparación y reapertura del propio túnel de La Engaña, es hoy en día una quimera. No en vano, los 6,9 kilómetros de túnel presentan innumerables desperfectos y filtraciones de agua que años atrás obligaron a tapiarlo por motivos de seguridad tras varios desprendimientos.
En ese escenario, la consolidación del túnel y su hipotética reapertura supondría una inversión millonaria que, de momento, nadie está dispuesto a asumir. Y menos a la vista de la diferencia en las apuestas materializadas hasta la fecha por Cantabria y Castilla y León.
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