Lunada: el peligroso paso entre Burgos y Cantabria en el que han muerto cuatro jóvenes

Gloria Díez

Burgos

Domingo, 16 de marzo 2025, 14:28 | Actualizado 19:47h.

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Cuatro jóvenes de 21 y 22 años, dos hombres y dos mujeres, han perdido la vida este sábado por la noche al despeñarse en el puerto de Lunada, una carretera de montaña entre Burgos y Cantabria, concretamente entre Las Merindades y los Valles Pasiegos, un tramo muy peligroso en invierno y sobre todo de noche.

Se trata de un puerto con una altitud de 1.350 metros de carretera sinuosa que serpentea sobre una enorme pendiente. La calzada es estrecha y no hay quitamiendos ni muro que separe los vehículos del precipicio. Es habitual que durante los meses de invierno se corte el paso debido a la nieve, pero también por el riesgo que suponen las placas de hielo y las nieblas en la zona. Los vecinos de los pueblos cercanos conocen la peligrosidad de este puerto y suelen evitarlo, especialmente de noche.

No en vano son escasos los accidentes graves ocurridos en los últimos años en esta vía, el último fue en 2022, cuando falleció el conductor de un todoterreno al caer por el terraplén.

El trágico suceso en el que han perdido la vida cuatro jóvenes de Madrid que pasaban el fin de semana en Cantabria se produjo en la zona del portillo de Lunada, en el kilómetro 12,7 de la CA-643, a la altura de Soba, muy cerca del límite con la provincia de Burgos.

La nieve ha cubierto las montañas estos días pero la calzada está despejada, por lo que el paso está abierto a vehículos. Sin embargo, esta carretera se encuentra muy deteriorada lo que sumado a su estrechez y a las placas de hielo pueden convertir cualquier maniobra o distracción en una trampa mortal, como parece que fue el caso de este grave accidente.

Es uno de los cinco puertos que unen Burgos con Cantabria y el paisaje en esta zona es espectacular. Atrae a numerosos turistas y senderistas cada año, en primavera y verano pero también en invierno es frecuente que se acerquen visitantes para disfrutar de la nieve en la provincia de Burgos y también de Cantabria. En Lunada los desniveles son muy pronunciados y hay numerosos miradores que jalonan el recorrido.

Con la llegada de las primeras nevadas, la carretera suele convertirse en un punto con afluencia de gente, pero también aumenta su peligrosidad. Por la parte burgalesa, Espinosa y la Junta de Castilla y León anunciaron un plan para mejorar la infraestructura vial y evitar estos problemas de tráfico en Lunada. Este popular destino invernal sufre cada año embotellamientos y atascos, al igual que rescates.

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También se ha planificado la creación de un nuevo aparcamiento con más plazas cerca del refugio de la antigua estación de esquí de Espinosa de los Monteros, a pocos kilómetros del lugar del fatal accidente. De momento ninguno de esos proyectos se han materializado.

Los residentes de los pueblos de alrededor saben que es un tramo de gran peligrosidad, tanto es así que el alcalde de Soba, Julián Fuentecilla, considera que «debería cerrarse al tráfico, para que nadie se acerque», según recoge El Diario Montañés.

El fatal accidente de este sábado se produjo sobre las 22 horas de la noche, en Cantabria pero muy cerca del límite con Burgos. El turismo en el viajaban los cuatro jóvenes se salió de la vía por causas que investiga la Guardia Civil y cayó «en tonel», dando «muchas vueltas de campana», según ha informado en rueda de prensa este domingo el jefe provincial de Tráfico, José Miguel Tolosa, quien no ha descartado que el hielo fuera una de las causas del accidente. También ha indicado que las cuatro víctimas llevaban puesto el cinturón de seguridad.

Una caída en tonel se produce cuando el coche vuelca sobre uno de sus ejes y acaba golpeando el suelo con el techo. En este caso la pronunciada pendiente por la que cayó provocó que diese además numerosas vueltas de campana.

Una vez activado el protocolo de emergencias el rescate tampoco fue fácil. La pendiente, la poca visibilidad a esa hora de la noche y la abundante nieve acumulada en las laderas complicó las labores de localización y excarcelación de las víctimas. Hasta el lugar de los hechos se desplazaron, en un primer momento, bomberos del parque de emergencias de Villacarriedo, personal de mantenimiento de carreteras, la Guardia Civil de Tráfico y el servicio de emergencias sanitarias 061.

Ante la gravedad del siniestro y la dificultad de acceso a la zona en la que se encontraba el vehículo, fue necesaria la participación de bomberos de Santander y técnicos de rescate del Gobierno de Cantabria para proceder al rescate de los cuerpos, que se ha producido a las 1.25 horas, tras la autorización de la Guardia Civil, una vez certificada la muerte de sus cuatro ocupantes.

El rescate se prolongó hasta las 6.00 horas por la complejidad del terreno. Ha sido un equipo de una decena de personas el que ha realizado las maniobras tanto de excarcelación como de rescate de los cuerpos de los cuatro fallecidos. El Gobierno de Cantabria movilizó a un equipo de psicólogos para atender a otros cuatro jóvenes, amigos de las víctimas, que viajaban junto a ellos en otro coche que no sufrió daños.