Los medios de la UME se retiran ante la mejoría de la situación en el incendio de Valle de Mena

Los medios aéreos también han regresado a sus respectivas bases de pernoctación en una jornada marcada por las dificultades a causa de las rachas de viento que han alcanzado entre los 60 y 70 kilómetros hora en la zona según la Agencia Estatal de Meteorología.

Este fuerte aire ha provocado varias complicaciones a media mañana y sobretodo por la tarde, cuando se han detectado diversas reproducciones de las llamas en zonas comprometidas a las que no podían acceder los medios terrestres.

Por el momento, la situación parece controlada y continúan las labores de remate, liquidación y vigilancia además de tratar de sofocar algunas reactivaciones producidas sobre las ocho de la tarde, según ha comunicado la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales a través de redes sociales.

Pese a la envergadura y la expansión del incendio declarado en Balmaseda (Bizkaia) y que se extendió hasta la provincia de Burgos, a Valle de Mena, los vecinos de Antuñano y Bortedo pudieron regresar a sus casas el lunes después de ser desalojados el pasado domingo ante la cercanía del fuego.

La noche del fue «tranquila» según la Junta de Castilla y León y los operativos estuvieron trabajando en los focos activos. Con la llegada de la mañana, los efectivos que lucharon contra las llamas durante la noche fueron relevados y se incorporaron dos técnicos, tres agentes medioambientales, dos cuadrillas terrestres, dos autobombas y cuatro cuadrillas helitransportadas.

Además, la Unidad Militar de Emergencia (UME) también colaboró desde primera hora y hasta casi el ocaso en las tareas de extinción para poder avanzar en la contingencia del fuego y, con la ayuda de la lluvia, permitir ser desmovilizados este martes ante la mejoría de la situación.

Trabajaban en el lugar 70 militares con 22 vehículos y un helicóptero que unieron fuerzas junto a tres brigadas de refuerzo de incendios forestales, cuatro helicópteros y cuatro aviones con más de 65 profesionales. Desde el Ministerio de Interior se apuntaba a un despliegue de 50 efectivos de la Guardia Civil.

En la parte vizcaína, donde se originaron las llamas, más de treinta efectivos desplegados continúan la vigilancia sobre las 500 hectáreas afectadas por las llamas, ya sin ningún frente activo y con la situación bajo control.

Allí, el viento también ha azotado con fuerza ha obligado durante todo el martes a tener preparados equipos de refuerzo por si fuesen necesario ante el constante riesgo de reactivaciones en algunos de los focos.

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