Poco a poco se van cumpliendo etapas de cara al futuro desmantelamiento de la central nuclear de Santa María de Garoña. A la espera de que se materialice la transferencia de la titularidad de la planta del Valle de Tobalina, un proceso que todavía puede ... prolongarse durante varios meses, en las últimas semanas se ha comenzado a desarrollar una de las actuaciones previas de mayor importancia, como es la carga de combustible gastado en los contenedores especiales que se almacenarán en el Almacén Temporal Individualizado (ATI) de la propia central.
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Según informa Enresa, empresa pública encargada de la gestión de los residuos nucleares, esta misma semana se ha completado el llenado del primero de los cinco contenedores que se han previsto para esta primera fase.
Se trata de un proceso largo y complejo que ha necesitado más de 160 horas de trabajo, incluidas la preparación del contenedor, su traslado a la piscina, la carga de 52 elementos de combustible gastado, su extracción y su traslado al ATI. Todo el proceso, enmarcado en el Plan de Gestión de Combustible Gastado, ha sido dirigido por los responsables de Nuclenor, que a día de hoy sigue siendo la propietaria de la planta nuclear.
En este sentido, cabe destacar que el proceso de carga se vio modificado puntualmente por el uso de una herramienta para el manejo del combustible diferente a la prevista inicialmente. Se trata, según Enresa, de una herramienta también autorizada y cuyo uso se ha notificado al Consejo de Seguridad Nuclear, puesto que «se considera relevante tanto para los nuevos procesos de carga en Garoña, como para el intercambio de la experiencia operativa con otras centrales».
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Una vez finalizada la carga del primero, durante los próximos meses se continuará con la carga de los otros cuatro contenedores fabricados específicamente por la empresa Ensa. Se trata de cinco contenedores de 4,85 metros, un diámetro de 2,1 metros y un peso de 71 toneladas una vez cargados diseñados de manera concreta para la carga del combustible de Garoña y su almacenamiento en el ATI.
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En todo caso, la carga de estos primeros cinco contenedores no es sino una fase previa al proceso de desmantelamiento en sí, que arrancará formalmente una vez sea transferida la titularidad de la planta a Enresa. A partir de ese momento se procederá a completar la evacuación del combustible remanente en la piscina (2.245 elementos) con otros 44 contenedores, que se encuentran actualmente en proceso de fabricación y a la espera de entrega.
Ese será uno de los primeros grandes trabajos de un proceso de desmantelamiento que se prolongará, si todo sale según lo previsto, durante unos diez años divididos en dos fases.
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