Echan a volar los dos pollos de buitre negro nacidos en la Sierra de la Demanda

Una de las noticias más positivas de este proyecto es, además, que ya han echado a volar los dos pollos de la especie nacidos en 2021 en la zona. Hacía más de medio siglo que no nacían buitres negros en la Sierra de la Demanda. En 2020 se consiguieron las primeras reproducciones de buitre negro en el Sistema Ibérico, tras más de 70 años extinto. Ha sido esta temporada cuando se han empezado a recoger los frutos del trabajo realizado, como señala la ONG en su web. Se ha podido marcar con anillas y GPS a los dos pollos que han sobrevivido en 2021 y que ya han saltado de sus nidos y han echado a volar. Se han unido así a sus otros compañeros de colonia. «Sin duda una gran noticias que nos llena de orgullo», reconocen desde GREFA.

Desde 2017 se han liberado 57 buitres negros en la Sierra de la Demanda por el método de aclimatación, desde la jaula instalada en Huerta de Arriba. 31 de estos ejemplares permanecen asentados en la zona. A ellos se suman un número variable de ejemplares exógenos, que oscila entre 14 y 20, que se han acabado fijando a la incipiente población creada gracias a estas reintroducciones.

Otro gran hito tuvo lugar el pasado 23 de septiembre, día en el que se procedió a sacar de la jaula de aclimatación a los 20 buitres negros que permanecían allí desde principios de febrero de 2021. El objetivo de la jornada era equipar a estas aves con emisores GPS y hacerles su última revisión veterinaria antes de ser liberados en la Sierra de la Demanda, algo que ocurrirá dentro de pocos días.

De estos 20 ejemplares, cinco vienen del centro de cría en cautividad de GREFA y el resto, procedentes de rescates y que han sido rehabilitados para poder ser liberados, han sido cedidos por Castilla y León, La Rioja, Cantabria, Asturias, Castilla-La Mancha y la Comunidad de Madrid. Gracias a los emisores con los que se ha equipado a estas aves, podrán ser seguidas cuando sean definitivamente liberadas al medio natural, lo que hará posible saber más sobre sus movimientos y amenazas, entre otros aspectos.

Como viene siendo habitual, un gran equipo de trabajo se desplazó hasta la zona donde está instalada la jaula de aclimatación de Huerta de Arriba para realizar esta compleja tarea con la mayor eficacia posible. El reto de revisar y marcar nada menos que una veintena de buitres negros en una sola jornada fue posible gracias a una gran coordinación y organización entre los profesionales, colaboradores y voluntarios que conformaban el operativo.

Aparte de los técnicos del Proyecto Monachus de GREFA que trabajan a pie de campo en la Sierra de la Demanda, este equipo incluyó veterinarios y especialistas de nuestra asociación, técnicos del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (Miteco), agentes forestales de Castilla y León y La Rioja y voluntarios habituales. También contamos con la presencia de una representante de EDPR, empresa de energías renovables que apoya el proyecto y que este año ha apadrinado cinco de los buitres negros que se acaban de marcar.

El proyecto para la reintroducción del buitre negro en la Sierra de la Demanda es posible gracias a GREFA, con el apoyo del Miteco a través de la Fundación Biodiversidad, Red Eléctrica de España y EDPR, junto con la colaboración de la Junta de Castilla y León, el Gobierno de La Rioja, la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León, la Fundación Caja Burgos, el Ayuntamiento de Huerta de Arriba (Burgos) y el Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil. Además, el Miteco presta su apoyo técnico para el marcaje con emisores GPS de los buitres negros liberados.