La nueva fase de restauración del Monasterio de San Salvador de Oña, centrada en el Patio de San Íñigo y el Claustro Romano, avanza a buen ritmo. A diferencia de lo que ha ocurrido con otros proyectos de la Diputación de Burgos, como el ... centro de recepción de visitantes de la ciudad romana de Clunia, la crisis de la covid-19 no ha obligado a parar las obras, aunque sí se han acometido con algo más de dificultades.
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La empresa Valuarte Conservación del Patrimonio, que resultó adjudicataria de la intervención por 400.223 euros, empezó a trabajar el pasado 21 de enero y, desde entonces, no ha parado. «Se han seguido firmando certificados de obra», explica el diputado provincial Ramiro Ibáñez, de modo que, actualmente, se ha ejecutado ya el 30% de los trabajos previstos. «La obra acabará pronto», afirma Ibáñez, aunque el plazo de ejecución de nueve meses no cumple hasta octubre.
Y eso que se trata de una obra compleja, recuerda el diputado provincial, pues incluye la restauración de parte de las cubiertas, una intervención que se añadió en el último momento y subió el presupuesot final. Se actúa en el Patio de San Íñigo y en el Claustro Romano, con restauración íntegra de fachadas, bóvedas y pavimentos, además de mejora de la iluminación.
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También se mejorarán los accesos, eliminando barreras arquitectónicas y habilitando, en el acceso de la Plaza de Sancho Garcí, una rampa para entrar al zaguán que albergará la recepción y un punto de atención al turisma. Y todo ello servirá para ampliar el itinerario turístico y cultural actual. En total, 400.000 euros de inversión, de los cuales, 200.000 llegan del 1,5% Cultural, ayudas del Gobierno central a las que ha vuelto a concurrir, este 2020, la Diputación para seguir trabajando en el Monasterio de San Salvador de Oña.
«Es una apuesta importante para la Diputación», ha explicado Ramiro Ibáñez, pues «hay que mantener vivo el patrimonio; es una obligación legal pero también una oportunidad para la provincia». De ahí que se haya trabajado intensamente durante estos últimos meses, para tener preparado a tiempo el proyecto de intervención, solapando tramitaciones, y cumplir así con los plazos dados por el Gobierno.
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Mientras, las obras del centro de recepción de visitantes de Clunia se han retomado, después de que la empresa adjudicataria solicitase su paralización como consecuencia del estado de alarma, lo que supone un nuevo retraso para uno de los grandes proyectos de la ciudad romana. Lo que sí está concluidas es la recuperación del escenario y el postcenio, un proyecto conjunto entre Diputación y Junta, con una inversión de casi 1 millón de euros. Las obras están recepcionadas aunque no se hayan inaugurado y no haya habido visita oficial.
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