La Diputación cerró 2022 con un superávit de 12,7 millones y un 26,71 % de deuda

En ese informe se establece que el porcentaje de ejecución de los diferentes capítulos arroja que la Diputación ha ejecutado un 92,04 %. «La relación de pagos sobre obligaciones asciende al 87,28 %. El capítulo de inversiones reales asciende a un 73,3 % y el capítulo de transferencias corrientes a los Ayuntamientos asciende a un 82,03 %», ha relatado Suárez. «Son datos de ejecución importantes», asegura el portavoz del PP en la Diputación.

Con respecto al capítulo de ingresos, la institución arroja una relación de pagos sobre obligaciones del 99,6 %. «La institución ha recaudado y muy bien con respecto a lo que ha dicho que iba a recaudar», puntualiza Suárez. «Esto genera fortaleza, demuestra que la Diputación no solo sabe gastar, sino que sabe recaudar. No hace trampas al solitario, no marca ingresos por encima de los que va a recibir», asegura Suárez.

El informe del departamento de Intervención arroja un resultado presupuestario positivo de 18.167.000 euros, un remanente de tesorería de 29.637.000 euros, un superávit presupuestario de 12.751.000 euros. «Esta es una de las claves para cumplir con la obligación de estabilidad presupuestaria», señala Suárez.

Además, arroja una deuda que supone el 26,71 % del total de los ingresos corrientes. El límite que no se puede superar es del 110 % de los ingresos corrientes. A partir del 75 % de deuda sobre los ingresos corrientes las instituciones públicas ya deberían pedir permiso para poder endeudarse. La Diputación de Burgos arroja, con la liquidación del 2022, una deuda del 26,71 %. La deuda del 2020 de la Diputación era del 34,25 % sobre los ingresos y la del 2021 fue del 29,02 %.

El portavoz del PSOE en la Diputación, David Jurado, agradece que se hayan aportado estos datos, pero matiza, «se echa en falta la transparencia, solo ha ocurrido en el último año de legislatura». Después de este matiz, Jurado sentencia: «No compartimos el triunfalismo». El PSOE reconoce que no son cifras alarmantes, «la situación económica de la Diputación está saneada», añaden desde la bancada socialista, pero lo achacan a la inacción. «La Diputación tiene una buena situación porque cuando uno no ejecuta, cuando uno no hace, es difícil que se le vayan las cifras», explica Jurado.

Jurado remarca que, con un presupuesto de 2023 recién aprobado, el 2 de marzo el equipo de Gobierno ha llevado al Pleno cuatro expedientes de modificación de crédito. «Esto empieza a dar muestras de que tan bien no está la cosa. El año 2022 lo acabamos con 10 expedientes de modificación de crédito. Tan bien no se presupuesta ni calcula porque, de lo contrario, no habrá que hacer estos expedientes de modificación», apunta Jurado.

El portavoz del PSOE sentencia que «no son buenas cifras, aunque no queremos generar alarma. Pero este remanente de tesorería que se ha generado es por la inejecución del presupuesto. Es una inejecución histórica», remarca.

El presupuesto de 2022 de la Diputación ascendió hasta los 136 millones, pero con las modificaciones de presupuesto se incorporaron otros 11. «Tenían un presupuesto de 147 millones y han conseguido reconocer obligaciones por 120. Se han dejado 27 millones de euros del 2022 sin ejecutar. De ahí se generan los remanentes», señala Jurado.

Para el PSOE esto es una «muestra de agotamiento del equipo de Gobierno de la Diputación». Además, señalan que, con las incorporaciones de remanentes de créditos para nuevas necesidades, «dejan poco margen con los remanentes de tesorería».

César Rico, presidente de la institución, explica al respecto que «los remanentes tienen un objetivo, acoplar al presupuesto del 2023 los 17 millones que están comprometidos del 2022 para cumplimentar obras que están adjudicadas, como tres puentes en la provincia y actuaciones en Clunia que se van a empezar a ejecutar en el 2023».