Desarticulada la banda autora de los robos en viviendas de Merindad de Río Ubierna

La operación se ha llevado conjuntamente entre las comandancias de Burgos y Palencia, ante sendas oleadas de robos cometidos en ambas provincias. Eran robos con fuerza en el interior de viviendas ubicadas en urbanizaciones. En Burgos estaban concentrados en la Merindad de Río Ubierna, mientras que en Palencia los robos tenían lugar en localidades del entorno de la A-67 y C-615

Cada comandancia inició una investigación independiente, a fin de dar respuesta ante lo ocurrido pues los robos estaban creando un clima de inseguridad entre los vecinos, ante la aparente impunidad y rapidez con la que los asaltantes cometían los delitos. Actuaban con gran celeridad, como un grupo muy coordinado y con los objetivos claramente definidos.

En un determinado momento, ambas investigaciones confluyeron en un punto, lo que llevó a asumir una operación conjunta. Fruto de las pesquisas llevadas a cabo y de las numerosas entrevistas mantenidas con vecinos, así como del análisis y estudio de la información recabada en las inspecciones técnico oculares practicadas en los lugares de comisión de los ilícitos, se identificaron y localizaron dos vehículos vinculados con los hechos

Ello permitió la detención en Burgos de dos de los integrantes del grupo, de nacionalidad albanesa, que ya han entrado en prisión; y el esclarecimiento de ocho robos cometidos en la provincia de Burgos. También se ha dado por desarticulada la banda criminal.

Además, se han realizado dos registros domiciliarios bajo mandamiento judicial, en dos inmuebles de una misma localidad al norte de Palencia. La Guardia Civil confirma que la investigación sigue abierta pues se «sospecha» que puedan ser los responsables de otros robos, más puntuales, cometidos en Burgos y también de los sucesos que se investigan en Palencia, así como de actos similares en provinciias limítrofes. Por ese motivo, no se descartan nuevas detenciones y escalarecimientos de robos por parte de ambas comandancias.

La banda desarticulada era un grupo extremadamente activo, bien organizado, con un claro reparto de funciones entre sus integrantes y que trabajaba muy rápido. Era itinerante. Asentaban su base de operaciones en un punto, en este caso en Palencia, actuaban durante unas semanas o unos pocos meses y, rapidamente, se marchaban a otro lugar.

Eran entre 3 y 4 cuatro sujetos que actuaban con nocturnidad y viajaban en turismo; uno de los componentes siempre se mantenía al al volante para facilitar la huida. El resto saltaba las vallas perimetrales de las parcelas donde se encontraban las viviendas y accedían a su interior, normalmente mediante fractura o forzamiento de una ventana.

Actuaban rápidamente, haciendo acopio de dinero, joyas y objetos pequeños pero de gran valor y de fácil transporte para su introducción posteriormente en el mercado negro mediante la venta.