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Si bien la asistencia a mujeres víctimas de violencia de género se ha mantenido como un servicio esencial durante toda la pandemia, incluso en el periodo de estado de alarma en el que los procedimientos judiciales se paralizaron, los juzgados notaron un descenso en el ... número de denuncias presentadas. No es que la violencia de género hubiese desaparecido con la llegada de la covid-19, sino que el miedo y la incertidumbre paralizaron a muchas mujeres. Levantado el confinamiento, se empezó a recuperar la actividad, retornaron las denuncias y la petición de órdenes de protección.
Y así se refleja en el informe trimestral publicado este lunes por el Observatorio contra la Violencia de Género y Doméstica del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ). Entre julio y septiembre, en los juzgados burgaleses se presentaron 209 denuncias por violencia de género, que suponen un 34% más de las tramitadas entre marzo y junio. Entonces fueron 156. Eso sí, la cifra de este trimestre es un 10% más baja de la registrada en 2019, cuando se interpusieron 232 denuncias.
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De las 209 denuncias de este año solo una fue interpuesta directamente por la víctima en el juzgado. De nuevo, el miedo paraliza a las mujeres, a las que les cuesta mucho esfuerzo (y tiempo) tomar la decisión de denunciar a su pareja o expareja. Por ese mismo motivo, la inmensa mayoría de las denuncias se suelen interponer tras una intervención policial, en concreto 201. De ellas, 177 las interpuso la víctima, 3 un familiar y 21 fueron directamente bajo mediación de la policía. Además, 7 denuncias se tramitaron en los juzgados tras recibir un parte de lesiones procedente de los servicios sanitarios, que al detectar un caso de agresión, lo comunican.
Con estas cifras, la tasa de denuncias por violencia de género se sitúa en 5,8 denuncias por cada 10.000 personas o, lo que es lo mismo, 11,7 denuncias por cada 10.000 mujeres. Y la mayoría se presentan ante los juzgados de Burgos capital, en concreto, 135 entre julio y septiembre. Los juzgados de Miranda de Ebro tramitaron 32 y los de Aranda de Duero, 20. Mientras, fueron 13 en los juzgados de Briviesca, 5 en los de Villarcayo, 3 en Lerma y 1 en Salas de los Infantes.
Por lo que respecta a las órdenes de protección, en el tercer trimetre se solicitaron 71 medidas, de las cuales, 2 fueron inadmitidas y 5 denegadas. Las peticiones iban asociadas principalmente a órdenes de alejamiento y prohibición de comunicación del presunto agresor con su víctima. Durante el segundo semestre del año se recibieron 46 peticiones, mientras que fueron 81 en 2019. Al igual que en el caso de las denuncias, en los juzgados se han puesto (y se siguen poniendo) todos los recursos posibles al alcance de las víctimas para garantizar su protección, haya estado de alarma, confinamiento, cierre perimetral o toque de queda.
En los juzgados burgaleses ingresaron 269 asuntos penales entre julio y septiembre, además de 80 diligencias urgentes, 134 diligencias previas y 51 procedimientos abreviados. Se registraron 215 delitos, de los cuales, 103 fueron relativos a lesiones y malos tratos. 60 correspondían a una vuleneración del honor, 16 contra la integridad moral, 3 contra la libertad sexual y 4 contra la intimidad. También hubo 29 delitos cometidos por quebrantamiento de medidas de protección o condenas.
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