El Seprona de la Guardia Civil junto con un agente medioambiental de la Junta ha levantado acta de denuncia al responsable de una cacería de corzo en Burgos. El hombre es también gestor de una empresa cinegética. La denuncia se debe a un incorrecto precintado ... de un ejemplar de corzo macho al utilizar un precinto correspondiente a otro coto diferente al que se desarrollaba la cacería.
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Los hechos ocurrieron días atrás. Se descubrió el asunto durante una acción conjunta de prevención y seguimiento para control de prácticas furtivas o ilícitas en materia de caza durante la temporada abierta del corzo. El dispositivo se desplegó de manera coordinada por el Seprona y un agente medioambiental de la Junta dirigido a la supervisión de diversos acotados del alfoz, próximos a la capital.
Sobre las 20:15 horas de ese día, en uno de los parajes vigilados, se escuchó un disparo de arma de fuego y seguidamente se localizó -desde la distancia- a tres personas junto al cuerpo sin vida de un corzo; más tarde, un vehículo era interceptado, descubriéndose que transportaba la cabeza de este animal con un precinto de la temporada en curso.
Una inspección más profunda destapó que, si bien se encontraba correctamente cumplimentado con la fecha de ese día, sin embargo, el número de acotado no correspondía con el del terreno cinegético donde se acababa de cometer el lance. Aunque válido, lo era en realidad para otro acotado de la provincia, de la comarca de La Demanda, distante 75 kilómetros del lugar donde se hallaban.
Minutos más tarde identificaron un segundo vehículo en el que viajaban otras cuatro personas -entre ellas dos colaboradores de la empresa en connivencia con el primero, y el cliente cazador (éste originario de Estados Unidos) y un acompañante, ajenos ambos al incidente.
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Las explicaciones facilitadas por los responsables no convencieron a los agentes. Los cazadores aseguraban que el cérvido había sido cazado por la mañana en La Demanda; sin embargo, la boca del animal aún no presentaba rigor mortis y todavía estaba caliente. Además, los agentes habían oído el disparo y percibido al grupo en la parcela con la pieza ya muerta.
Tras aclararse la situación, el 'trofeo' fue decomisado bajo depósito, confeccionándose un acta denuncia al responsable de la orgánica de caza, por una supuesta infracción a la Ley de Caza y Gestión Sostenible de los Recursos Cinegéticos de Castilla y León, en concordancia con la Orden por la que se establece el sistema de precintado de piezas de caza mayor para el control de la ejecución de los Planes Cinegéticos de los Cotos Privados y federativos de Caza de Castilla y León.
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No obstante, también se ha informado al mismo Servicio en relación a su modus operandi, para conocimiento, al entenderse que ha existido dolo e incumplimiento del Plan cinegético del coto de caza. Se sospecha que realmente estas conductas pretenden 'blanquear' precintos legales -adquiridos en acotados de caza donde escasea este cérvido para posteriormente revenderlos a cazadores-, utilizándoles en animales abatidos en otros terrenos cinegéticos donde también poseen la autorización necesaria, parajes en donde a su vez abunda más esta especie.
Se continuará con estas acciones preventivas y de seguimiento para erradicar el furtivismo en la provincia, detectar prácticas de caza irregulares y perseguir determinadas actividades ilegales que causan un grave perjuicio económico al medio rural, a los ayuntamientos, juntas vecinales, a los propietarios de los cotos de caza y a los propios cazadores.
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Cabe recordar que además de portar la documentación particular, la del arma, seguro, el propio precinto y autorizaciones del titular del terreno cinegético donde se va a cazar, hay obligación de precintar correctamente la pieza antes de moverla.
El precinto legaliza la caza del corzo, determina el acotado donde ha sido abatido y autoriza su lícito traslado y transporte; debe colocarse ajustado -sin que pueda liberarse- a la cuerna del cérvido, una vez dado muerte. Hay que cumplimentar la fecha del abate en el cuerpo del mismo y en su matriz, siempre antes de moverlo, conforme a lo estipulado por la Junta de Castilla y León.
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