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La Guardia Civil ha comenzado la investigación en las instalaciones de la granja de cerdos del pueblo de Burgos de Quintanilla del Coco sobre la que la ONG Observatorio de Bienestar Animal ha registrado una querella por diversos delitos.
En la denuncia presentada ante el ... Juzgado de Lerma se señalan posibles delitos de maltrato animal con agravante de muerte, maltrato animal por omisión y un delito continuado sobre el mercado y los consumidores. La querella se presentó el pasado lunes 27 de noviembre y, como confirma la ONG y la Guardia Civil de Burgos, ha sido admitida a trámite por el Juzgado de Lerma.
Por ello, este viernes 1 de diciembre una patrulla de la Guardia Civil se ha personado en las instalaciones de la granja de cerdos de Quintanilla del Coco. El Juzgado ha requerido a la Guardia Civil para que inicie la fase de investigación. Los operarios que se encontraban en las instalaciones de la granja se han mostrado colaboradores con los agentes que han accedido a una de las naves. La granja se compone de varios espacios y la Guardia Civil ya había accedido a uno de ellos en los días previos. Este viernes, han preguntado por el propietario y, al no encontrarse, uno de los operarios le ha abierto la puerta y ha accedido con ellos al cercado donde se encuentra una de las naves.
Los agentes se han personado sin generar revuelo. La granja se encuentra a 1,5 kilómetros del núcleo urbano. Un pequeño pueblo donde en invierno los vecinos son una docena. Han recibido estos días la visita de periodistas, lo que ha alterado más la tranquilidad de la localidad que los hechos y la visita de la Guardia Civil a la granja, algo que ha pasado desapercibido. Aun así, desde la ONG aseguran que «se trata de uno de los peores casos desvelados en España» y la califican como «la granja del terror».
Aun así, el Seprona, una unidad especializada de la Guardia Civil (Servicio de Protección de la Naturaleza, ya se había personado en la granja unos días antes. Lo había hecho de oficio ante el revuelo generado por las imágenes y las informaciones publicadas en los medios de comunicación. El objetivo, principalmente, era preservar pruebas o evitar su destrucción.
Aunque se había asegurado que el Seprona había dicho que no se habían encontrado irregularidades, la Guardia Civil de Burgos matiza estas informaciones. Explica que no hay información oficial con las conclusiones de estas visitas, ni la de oficio ni las que se enmarcan dentro de la investigación.
Esta fase de investigación tratará ahora de esclarecer si las imágenes y vídeos aportados por Observatorio de Bienestar Animal son verídicas y constitutivas de delito, para lo que habrá que esperar hasta conocer el resultado oficial. La ONG denuncia hechos cometidos entre mayo y septiembre de 2023, por lo que se cotejarán estas imágenes. Como explican desde Observatorio de Bienestar Animal, «que ahora no haya irregularidades no quiere decir que no se hayan cometido delitos en el pasado».
Es más, añaden que no tiene demasiada importancia que el Seprona o los inspectores de la Junta de Castilla y León hayan visitado la granja estos últimos días, ya que el propietario y los operarios sabían que había una querella y pueden haberse preparado.
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La investigación por parte de la ONG, es decir, las imágenes y vídeos que se han aportado en la querella, corresponden a los meses entre mayo y septiembre de 2023. En ellas se puede apreciar a cerdos en descomposición, malformaciones, gusanos entre los purines, heridas compatibles con el canibalismo, cerdos comiéndose a otros muertos o agonizando. Se visualizan también cubos expuestos a la intemperie con cadáveres de lechones o restos de placenta, entre otras imágenes.
Ahora, la Guardia Civil, en esta fase de investigación, cotejará las imágenes y buscará pruebas o evidencias en las instalaciones que las otorguen veracidad o no, que puedan demostrar si hubo delito o no.
Desde el Observatorio de Bienestar Animal consideran «especialmente significativo» que se haya retirado el sello internacional de bienestar animal Welfair a la granja nada más terminar la investigación y piden a Welfair que explique las razones de esta decisión, ya que «no lo han hecho y esto podría ayudar a esclarecer la situación».
Ya que la Junta de Castilla y León a través de su portavoz, Carlos Fernández Carriedo, ha asegurado que la explotación ha sido objeto de una visita por parte de la Consejería de Agricultura esta semana y no se había detectado ningún elemento para iniciar un expediente sancionador. Pero como recalcan desde la ONG, las visitas actuales están 'trucadas', ya que el propietario podía saber de las mismas y los hechos denunciados se remontan meses en el tiempo. Aun así, Mariano Veganzones, consejero de Industria, Comercio y Empleo, asegura que las imágenes son «totalmente falsas» y que se han obtenido «en otro sitio».
Desde BURGOSconecta se ha solicitado información a la Junta de Castilla y León para conocer cuál es el procedimiento de inspecciones que pasan estas granjas de cerdos y cuáles han sido las últimas revisiones que se han hecho a esta de Quintanilla del Coco, pero no se ha obtenido respuesta.
La querella señala tanto al propietario como a los operarios de la granja. Domingo del Pozo, propietario de la granja, ha atendido varias llamadas de BURGOSconecta y en todas las conversaciones se muestra tranquilo. Es cauto y asegura que «todo se verá». No sabe a qué se pueden deber estas acusaciones, ya que él niega el maltrato animal. Este viernes, señalaba que la Guardia Civil ya está ocupándose de la investigación y habrá que esperar a lo que resulte de esta tarea.
Quintanilla del Coco es un pequeño pueblo de Burgos con unos 50 habitantes, pero como señalan algunos vecinos, durante el invierno residen muchos menos. Antes de este suceso que ha llevado a los medios al pueblo, Quintanilla del Coco ocupó noticias por el incendio desatado el 24 de julio de 2022 en esta zona de la provincia de Burgos. Un incendio que calcinó más de 2.500 hectáreas, alrededor de un 20% correspondían a terrenos de esta localidad. Precisamente, alrededor de esta granja de cerdos sobre la que pesa la querella, se pueden observar árboles quemados, los más cercanos incluso bordean el vallado de la granja.
Los vecinos de Quintanilla del Coco no quieren pronunciarse sobre este suceso, aseguran que «aquí nadie se mete en la vida de los demás, así que, si pasaba algo raro allí, es raro que la gente lo supiera». Otros, reconocen que, aunque se supiera, «es difícil que alguien hubiera denunciado, no solo porque el propietario es el alcalde, sino porque aquí se iba a saber quién denuncia». De todas formas, lo que reconocen es que «ahora importa poco lo que pensemos los vecinos, lo importante es que se demuestre si esas imágenes son verdad o mentira».
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