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En el 2022 la provincia de Burgos vio crecer de manera notable las hectáreas plantadas de girasol. Las cifras se mantienen, aunque el rendimiento de las hectáreas y la producción se reducen. El precio se ha duplicado en los últimos años
Desde el año 2018 ... la provincia de Burgos ha ido viviendo una evolución positiva en el cultivo del girasol. Se ha pasado de 65.062 hectáreas plantadas en la provincia burgalesa en el año 2018 a las 80.830 hectáreas que se han plantado este 2023.
Aunque esta campaña se han plantado menos hectáreas de girasol que en la del 2022, pero es una cantidad mínima. En el 2022 se plantaron 81.045 hectáreas, fueron 215 hectáreas más. En cuanto a la bajada de la superficie de cultivo este 2023 se debe a varios factores, principalmente, a la retirada de la ayuda directa al cultivo. Una subvención que la Asociación Española del Girasol (AEG) esperaba que se recuperara. Otro de los factores a los que apunta la AEG para la disminución de hectáreas plantadas es a las rotaciones obligatorias, como el año pasado se plantó girasol este 2023 no se podía.
Las hectáreas cultivadas con girasol en Burgos han crecido en estos últimos seis años un 24,23 %. Son 15.768 hectáreas más plantadas con este cultivo. En cambio, la producción ha bajado, al igual que ha disminuido el rendimiento de las hectáreas.
La producción y el rendimiento de las hectáreas de girasol de esta campaña 2023 todavía no se conocen, ya que en la provincia de Burgos todavía no ha comenzado la cosecha. Aunque ya se pueden observar los girasoles burgaleses con los pétalos caídos y los capítulos mirando hacia el suelo, aún hay que esperar varias semanas para que estén listos para la cosecha.
En la campaña del 2022 se plantaron 15.983 hectáreas más que en la de 2018. En cambio, la producción fue mayor en 2019 que en 2022. En el año 2018 la producción de girasol se situó en los 109.300 kilos en la provincia. En 2022 bajó hasta los 70.993 kilos, 38.307 kilos menos. El rendimiento el año pasado se situó en 876 kilos por hectárea, mientras que en 2018 estaba en 1.680 kilos por hectárea.
De hecho, aunque las hectáreas cultivadas han ido aumentando en los últimos seis años en Burgos, el año con mayor producción y rendimiento del girasol fue el 2018.
Pero estamos hablando de un cultivo rentable gracias a que requiere menos insumos que otros y a que su precio ha ido en aumento. En el 2018, en la lonja de Salamanca, el precio del girasol convencional se situaba en 309 euros la tonelada métrica. En el 2022 el precio aumentó hasta los 640 euros la tonelada métrica. Por su parte, el precio del girasol alto oleico pasó de 366 euros la tonelada métrica en 2018 a los 735 del año pasado.
La AEG entiende que, «en el contexto internacional actual, y teniendo en cuenta que España no cubre la demanda interna, el girasol es un cultivo con proyección. Además, creemos que es un cultivo rentable teniendo en cuenta que requiere menos insumos que otros cultivos. El desarrollo de abonos que permiten la rotación de cultivos lo hace también muy interesante. Por no hablar de los precios, que se han duplicado en los últimos años».
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