Cuatro de cada diez viviendas en Burgos se construyeron antes de 1970

El parque de viviendas de la provincia de Burgos apenas ha mutado en los últimos años. El estallido de la crisis del ladrillo frenó en seco la actividad inmobiliaria y lastró la renovación del que hoy es uno de los parques más envejecidos de toda España, condicionado por la presencia de miles de construcciones antiguas repartidas por el ámbito rural.

De acuerdo a los datos de la Dirección General del Catastro, 102.274 viviendas de la provincia se construyeron antes de 1970, lo que supone casi el 40% del total (257.556). Tomando como referencia ese dato, se puede comprobar que el parque de viviendas de Burgos es el octavo más antiguo de todo el país, sólo superado en este sentido por el de provincias de la España interior, como Teruel (51,5%), Soria (44,2%), Zamora (43,3%), Ourense (43,2%), Palencia (42,5%), León (40,9%) y Badajoz (40,34%).

La antigüedad de las viviendas de todas esas provincias se sitúa muy por encima de la media nacional (34,8%) y, sobre todo, de las provincias que más se han desarrollado en el ámbito urbanístico en las últimas décadas, como Almería (17,6%), Alicante (19,1%) o Cádiz (20%).

En este sentido, todas aquellas provincias que presentan un parque de viviendas más antiguo comparten una condición: se trata de territorios demográficamente envejecidos y con un fuerte peso del entorno rural. De hecho, en la provincia de Burgos hay una decena de municipios con porcentajes de viviendas anteriores a 1970 superiores al 90%. En algunos casos, como Carrias (97,2%), Viloria de Rioja (95,56%) o Palacios de Riopisuerga (94,8%) son la práctica totalidad.

¿Y cuáles son los municipios burgaleses con el parque de viviendas más nuevo? Fundamentalmente los grandes municipios y, sobre todo, las localidades del Alfoz de la capital, que en las últimas décadas han crecido de manera significativa al albur de la promoción de nuevas construcciones y la llegada de familias jóvenes.

Lugares como Villariezo (10,1% de viviendas anteriores a 1970), Cardeñajimeno (11,7%) o Villalbilla (13,7%) son el ejemplo perfecto. Allí, el crecimiento de la población ha sido imparable desde principios de siglo y las viejas casas del pueblo han dejado paso a construcciones mucho más modernas.

También son significativos los casos de Briviesca (15,5%), Medina de Pomar (16,4%) o Aranda de Duero (19,2%), donde se ha renovado el parque de viviendas de manera significativa en las últimas décadas. Algo más tímido ha sido ese proceso tanto en Miranda de Ebro (34,8%) como en Burgos capital (31,7%), que es con mucha diferencia el municipio de la provincia con mayor número de viviendas registradas en el Catastro (91.783).

Con todo, y más allá de la situación actual, lo cierto es que el parque de viviendas de Burgos continúa renovándose, aunque lo haga de manera tímida y con una tendencia en forma de sierra. Así, observando la serie histórica, hubo dos décadas en las que el ritmo de construcción de nuevas viviendas se aceleró de manera sustancial. El primer gran impulso llegó entre 1970 y 1979, al albur del resurgir industrial registrado fundamentalmente en la capital provincial; el segundo llegó con el ladrillazo en los primeros años de este siglo. Ahora mismo, el 19% de todas las viviendas de la provincia se construyeron entre 2000 y 2009, un porcentaje que se dispara en municipios como Valdorros (73%), Arcos (70,3%) o Villariezo (68%).

Por su parte, el peso específico que mantiene el entorno rural en la estadística provincial también permite sacar una gran conclusión. Y es que, casi la mitad de las viviendas registradas en el Catastro son individuales (42,5%), fundamentalmente casas de pueblo y chalets. Esta tipología es mayoritaria en la práctica totalidad de los municipios de la provincia, con la excepción de los grandes núcleos urbanos, como Miranda, Aranda y Burgos capital, donde las viviendas colectivas son mayoría abrumadora.

• Temas
• Vivienda
• casa