La crisis del coronavirus ha aumentado la tasa de mortalidad en la provincia de Burgos durante el primer trimestre de 2020, sobre todo en el mes de marzo, periodo en el que se produjo la eclosión de la emergencia sanitaria. Sin embargo, en las residencias ... de la provincia, el mes pasado no se registraron más fallecimientos que en los dos anteriores. Enero finalizó con 147 decesos, febrero con 128 y marzo lo ha hecho con 125.
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Si hay un núcleo en el que el virus ha tenido especial incidencia ha sido en los centros de mayores, donde la cifra total de fallecidos (con y sin COVID-19) alcanza las 400 personas en el primer trimestre. Si bien es cierto que supera al mismo periodo de los dos años anteriores, con 371 en 2019 y 380 en 2018, también lo es que han sido siete fallecimientos menos que en 2017. Resulta sorprendente que el más crudo de la crisis hasta el momento no haya sido el de mayor letalidad en las residencias puesto que se han producido menos decesos que en febrero y enero.
En cuanto al cómputo global de fallecimientos en Burgos, según los datos facilitados por la Junta de Castilla y León en su portal de transparencia, los tres primeros meses del año no se ha producido un aumento significativo en comparación con los años anteriores. Entre enero y marzo de 2020 han fallecido un total de 1172 personas en la provincia. En cambio, en el mismo periodo de 2017, alcanzaron la cifra de 1281 y en 2019 fueron 1177. Este año sí supera al 2018, cuyo primer trimestre finalizó con 1137 bajas de tarjetas sanitarias, pero los datos generales no evidencian un aumento alarmante de la mortalidad en Burgos a pesar de la crisis.
Las estadísticas del mes de abril en Burgos «podrían dar la vuelta a estas cifras», según fuentes hospitalarias, pero una explicación de que la tasa de mortalidad no haya aumentado de forma exponencial en Burgos podría deberse a que «el coronavirus ha acelerado el proceso en muchos pacientes con pluripatologías y los ha llevado a todos a la vez a necesitar hospitalización», de ahí que la UCI se haya visto desbordada. En este sentido, las mismas fuentes creen que el COVID-19 es más peligroso aún porque «se contagia con mucha facilidad y no es especialmente letal», eso hace que «una sola persona con síntomas leves o sin síntomas, pueda extenderlo entre mucha más gente», lo que ha llevado, como se ha visto en las última semanas, al colapso del sistema sanitario.
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