Una clase de Burgos sortea su mascota para recaudar fondos para una protectora de Valencia

«Mucha gente pequeña, en lugares pequeños, haciendo cosas pequeñas, puede cambiar el mundo». La frase, que se le atribuye al periodista y escritor uruguayo Eduardo Galeano, es una realidad estos días. La DANA que arrasó con Valencia ha despertado la solidaridad de la mayoría de la sociedad, también de los más pequeños.

Este es el caso de la clase de 5º de Primaria del colegio Saturnino Calleja de Quintanadueñas, que ha decidido hacer un sorteo para poner su granito de arena. Laika, la mascota de la clase, un peluche de un perro, será el premio de la rifa que están preparando. Los fondos obtenidos, como no puede ser de otra forma, servirán para ayudar a una protectora de animales de Valencia que, a su vez, está ayudando a los animales sin hogar tras la DANA.

Para conseguir recaudar estos fondos, estos pequeños burgaleses han organizado una rifa. Una iniciativa que nació de ellos mismos abrumados por lo que perciben de la situación de Valencia. En el seno de un colegio muy activo en campañas solidarias la mecha prendió y los pequeños comenzaron a discurrir qué podían hacer para ayudar. En este caso decidieron echar una mano a los animales valencianos. Y ahí entró en juego su peluche.

Laika, su mascota, se llama así en honor a la perrita que viajó al espacio a bordo de la nave soviética Sputnik 2. Los niños conocieron la historia de Laika por medio de un trabajo de Ciencias Sociales y decidieron entonces bautizar así a su mascota, el tesoro más preciado para ellos. Ahora se van a desprender de ella haciendo un gran esfuerzo emocional, pero con la sólida convicción de que es más importante lo que puedan donar que perder a su mascota.

Desde este pasado miércoles son los niños de la clase los que están vendiendo los números. Han elaborado una lista con 100 cifras y anotan en este listado el nombre de la persona que compra cada una de ellas. Cuando vendan todos harán el sorteo en el que entregará lo más sagrado de esa clase: su mascota Laika.

100 euros que en breve partirán camino de Valencia para que una de las protectoras que trabaja sobre el terreno los emplee en aquello que sea más necesario.

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