Catorce menores de Burgos, en riesgo alto y con protección de Viogén

Gloria Díez

Burgos

Sábado, 22 de marzo 2025, 08:55 | Actualizado 09:47h.

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El último asesinato machista ocurrido en Burgos, el de Andrea Bejarano, ha vuelto a poner el foco en las víctimas de violencia de género. Aunque en este caso no constaban denuncias por parte de la víctima hacia su marido y la fallecida no estaba dada de alta en el sistema Viogén. Un sistema que vela por la protección de aquellas mujeres que sufren malos tratos y cuya vida puede estar en peligro.

Pero no solo evalúa los riesgos de las mujeres, también lo hace de los menores a su cargo. En su reciente visita a la capital burgalesa, la ministra de Igualdad, Ana Redondo ha resaltado las cifras de niños y adolescentes a cargo de mujeres que se encuentran en el sistema Viogén.

Según la ministra, más de 500 menores en Castilla y León están bajo el Sistema VioGén y 21 de ellos se encuentran en riesgo extremo. En el caso del conjunto nacional, son un total de 12.000 los menores protegidos por este Sistema de Seguimiento Integral en los casos de Violencia de Género.

En la provincia de Burgos son 14 los menores que se encuentran en riesgo alto, según los últimos datos publicados por el Ministerio del Interior en febrero de 2025, ninguno de ellos se halla en situación de peligro extremo.

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Pero el sistema de protección a las víctimas las categoriza en diferentes rangos en función de la situación especifícica de cada una y del riesgo que corren tanto las mujeres como sus personas más cercanas, en este caso sus hijos que, en la mayoría de ocasiones, también son hijos del agresor.

La primera categoría es la que engloba a los menores en situación de vulnerabilidad (valorados así por la policía) de los que hay 52 en Burgos considerados en riesgo bajo, diez en riesgo medio y uno en riesgo alto.

Los menores considerados en situación de riesgo son aquellos casos en los que la valoración policial detecta una combinación de indicadores que apuntan a que la violencia ejercida por el agresor sobre su pareja o expareja se puede extender a estos menores a cargo. En este caso hay registrados 27 en riesgo medio y cuatro más en riesgo alto en la provincia de Burgos.

Por último, en los llamados casos de especial relevancia, la valoración policial establece la probabilidad de que el agresor ejerza sobre la víctima violencia muy grave o letal. En esta categoría hay 158 casos con menores en Burgos, 148 en riesgo medio y otros diez en riesgo alto.

Según los datos del Ministerio del Interior, hay ocho casos de mujeres menores de 18 años en el sistema Viogén, ninguno de ellas en riesgo alto. En el rango de edad de los 18 a los 30 años la cifra se eleva hasta las 267 casos activos, cinco de ellos considerados de riesgo alto.

Entre los 31 y los 45 años, la horquilla con más casos, son 561 activos a 28 de febrero de 2025 aunque de todos ellos la cifra de los considerados como riesgo alto es de cuatro casos.

En edades comprendidas entre los 46 y los 64 años hay 316 casos activos en Burgos, dos de ellos en riesgo alto y en el rango de 65 o más años los casos activos disminuyen hasta 24, ninguno de ellos en riesgo elevado.

En total, hay 1176 casos activos en el Viogén en Burgos. Si se comparan estas cifras con las del informe de Interior de febrero de 2024, se observa un aumento de casos en la provincia que reflejaba 951 casos el año pasado. Aunque eran 12 los considerados como de riesgo alto, un número muy similar al de 2025 cuando se han registrado 11.

Cuando se establece el nivel de riesgo alto se insta a la víctima a cambiar de domicilio, a casa de un familiar o a un centro de acogida para mujeres. La policía realiza un control aleatorio en el domicilio, centro de trabajo y en el centro escolar. Esta categoría también conlleva el control aleatorio de los movimientos del agresor y contactos con personas allegadas a este. En riesgo extremo, las víctimas tienen protección permanente y el agresor un seguimiento intensivo.

En los casos valorados de riesgo medio aumentan las precauciones y, entre otras medidas, se realiza un seguimiento de la víctima y de los menores a su cargo en domicilio, centro escolar y centro de trabajo y se insta a la Fiscalía a poner un dispositivo de localización al agresor. Por otro lado, en la evaluación de riesgo bajo el control y seguimiento son telefónicos.