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Las perspectivas son buenas. Las casas rurales de Burgos afrontan la Nochevieja con una ocupación aproximada del 90%, tal y como apuntan desde Turalbur, cuyos responsables confían en que las buenas previsiones terminen certificándose y el año puede cerrarse con una sonrisa.
Y es que, ... tal y como recuerdan, el año pasado también había muy buenas perspectivas, pero los últimos coletazos de la pandemia de la covid-19 provocaron una «cascada de cancelaciones» los días previos y los resultados finales no fueron los esperados.
Este año, la coyuntura es totalmente diferente y el sector espera cerrar el año con buenos resultados. Máxime, teniendo en cuenta que el puente de la Constitución fue «muy flojo» en términos generales. «Las reservas van bien», insisten, y no solo para Nochevieja, ya que en Navidad también se prevén ocupaciones cercanas «al 80%», explican.
De hecho, en esta ocasión «la gente ha reservado con mucho tiempo» y, aunque la meteorología siempre es un condicionante, parece que los clientes tienen ya los planes cerrados, aprovechando, además, que tanto Navidad como Nochevieja caen este año en fin de semana.
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Esa circunstancia ha permitido que las estancias se prolonguen algo más de lo habitual. «Lo normal es que sea de dos noches, pero este año hay muchas reservas también de tres noches e incluso alguna de cuatro» si los clientes tienen la opción de prolongar sus días libres, explican desde Turalbur.
En este sentido, el perfil de los huéspedes ha cambiado poco respecto a años anteriores. Así, los clientes más habituales son «familias cuyos miembros quizá viven alejados unos de otros y se juntan» con motivo de las fiestas. A ellos se les añaden, sobre todo en el Alfoz de la capital, «grupos de amigos» que en vez de salir por la ciudad o acudir a algún cotillón preparan una celebración particular.
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En todo caso, y a pesar de las buenas previsiones, los propietarios de las casas rurales advierten de que el margen de beneficio se verá mermado este año por los costes energéticos. No en vano, y a pesar de que «los precios se han moderado» en las últimas semanas, lo cierto es que calentar una casa rural es hoy mucho más caro que el año pasado.
Esa circunstancia, de hecho, ha sido uno de los principales condicionantes de un año que, en cifras de viajeros y pernoctaciones, ha recuperado casi todo el impulso perdido durante la pandemia de la covid. Habrá que ver, no obstante, cómo se cierra el ejercicio, teniendo en cuenta, además que «enero es un mes muy complicado» en el que ni siquiera la festividad de Reyes ofrece buenos resultados, con ocupaciones habituales de apenas el 15%.
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