La factura de la calefacción aumenta hasta un 50% en los alojamientos rurales de Burgos

Los alojamientos rurales de Burgos viven un momento complicado condicionado por el aumento de unas facturas a las que cuesta hacer frente. Las de la electricidad, el gas y, sobre todo, el gasóleo para llenar sus depósitos que les permita encender su calefacción, que no han dejado de aumentar.

En muchos casos, la diferencia con respecto a años pasados supone hasta un 40 o 50% de encarecimiento. «Existe mucha preocupación porque parece que la subida ha llegado para quedarse. Además de los vaivenes de la guerra parece que el precio de los barriles de petróleo está estabilizado en un nivel medio, pero los precios han subido y no han vuelto a bajar, por lo que parece que estamos en manos de las petroleras y esto se va a quedar como está», analiza Domingo Hernández, portavoz de la Asociación de Turismo Rural de Burgos (Turalbur).

En la gran mayoría de las casas rurales burgalesas se emplea gasóleo para calefactar las viviendas, aunque alguna tiene gas o electricidad y unas pocas emplean leña o pellets. «En las calefacciones de gasóleo se ha encarecido entre el 40 y el 50% llenar el depósito, esto supone que la media para un consumo medio en un fin de semana puede ser, dependiendo de muchas cosas, pero para una casa de tamaño medio, el gasto ha aumentado de 125 euros a 180», explica Domingo.

En cuanto a la electricidad, y «a pesar de que en las últimas semanas se ha estabilizado un poco el precio a la baja» hay establecimientos que han pagos «el 100% de más respecto a lo que pagaban otros años». Este aumento de gastos hace que los márgenes de beneficios se hayan «reducido ampliamente», por lo que Domingo lamenta que no vaya «a quedar otra que subir precios».

«Estamos intentando aguantar todo lo posible, pero algunos establecimientos ya están retocándolos y el resto será de cara al 2023. Estaríamos hablando de una subida en torno al 10%, que no es muchísimo, porque incluso hay establecimientos que no tocan sus precios desde 2019, pero somos conscientes que para mucha gente puede ser un problema a la hora de poder venir, pero tenemos que mirar por la viabilidad de nuestros negocios», lamenta.

A pesar de este encarecimiento en la calefacción, desde Turalbur no van a tomar ninguna medida que limite el uso de la calefacción en las viviendas porque «a los clientes les gusta estar cómodos y confortables». Pero sí buscan que sean los propios turistas los que hagan un uso responsable del termostato.

«Les invitamos a que sean razonables con el uso de la calefacción, que sean conscientes de que además de un beneficio para el propietario la reducción de contaminación nos beneficia a todos y lo que les pedimos es que sean consecuentes y no abran ventanas y desperdicien el calor mientras ponen el termostato al máximo», cuenta Domingo.

Sin embargo, desde Turalbur no se plantean otras medidas más extremas como el cierre en determinadas épocas del año porque consideran que es «tirar piedras» contra su propio tejado. «Ahorrarías en el gasto de electricidad y gasóleo de ese fin de semana que podrías tener clientes, pero los gastos fijos de autónomos, del portal de internet, seguros, fijo de electricidad, etc., siguen llegando y si no hay ingresos no se pueden afrontar esos pagos, así que los cierres quedan totalmente descartados», confirma Domingo.

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