Todos los testimonios recabados señalaban claramente el lugar a excavar. Sin embargo, tras una semana de intenso trabajo, mañana y tarde, la Coordinadora para la Recuperación de la Memoria Histórica de Burgos ha finalizado sin éxito la búsqueda de la fosa común en la que ... estarían enterrados siete jóvenes que fueron 'paseados' en septiembre de 1936 en la zona de Villela.
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Se trata de vecinos de los pueblos del entorno, que tras ser denunciados, se los llevaron una noche, los fusilaron y los dejaron enterrados en una fosa común. La investigación la ha llevado a cabo una persona ajena a los colectivos de memoria histórica, explica la presidenta de la coordinadora burgalesa, Soledad Benito, pero ha hecho un «gran trabajo».
Ha conseguido información sobre lo que les ocurrió a los represaliados, un hombre de 37 años y seis jóvenes de entre 16 y 20 años, de los que se dispone de todos los datos. De hecho, la coordinadora tiene contacto con las familias, que han estado presentes estos días de búsqueda y están implicadas en el proyecto, asegura Benito.
También se han recabado testimonios y, durante esta semana, la propia coordinadora ha estado preguntando en Villela. Y en todos los casos la información obtenida es la misma: indica como punto de la fosa común el área en la que se ha excavado. También la señala el hijo de una de las personas que se encargó de enterrar los cuerpos.
Sin embargo, no han conseguido encontrar los restos, solo una bala y un casquillo de la época. Se han hecho hasta 25 catas, «de un tamaño considerable» y con una profundidad de entre un metro y un metro diez. «Es una pena», admite Benito, pero el próximo año volverán a excavar, pues los testimonios son claros y, además, la presencia de la bala y el casquillo indica que allí pasó algo.
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Soledad Benito descarta que los cuerpos pudieran haber sido movidos, pues en esos casos «siempre queda algún rastro». La razón de que no hayan localizado la fosa es que la tierra ha sido trabajada durante muchas décadas, lo que ha podido introducir cambios. «Una tierra trabajada, aunque no parezca muy grande, es extensión a la hora de meter la pala», admite la presidenta.
Desde la Coordinadora para la Recuperación de la Memoria Histórica de Burgos agradecen la colaboración del propietario de la parcela. «Se ha portado estupendamente, nos ha facilitado el trabajo», asegura. Ahora toca esperar y, cuando la tierra vuelva a quedar libre de su labor, se preparará otra campaña para intentar localizar los siete restos y devolvérselos a las familias.
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