Burgos es la quinta provincia de España con más explotaciones de titularidad compartida

A nivel nacional, Castilla y León es la comunidad con más explotaciones de titularidad compartida con 461, el total nacional es de 1.048, por lo que suponen el 44 por ciento del total nacional. A nivel provincial, León sigue siendo la provincia con más explotaciones de titularidad compartida, le sigue Ciudad Real (69), Salamanca (60), Cuenca (59) y en quinto lugar están Burgos, Toledo y Badajoz con 56.

Las mujeres representan más de un tercio de las personas que trabajan en las explotaciones agrarias familiares, según el Ministerio de Agricultura. Pero, en la mayor parte de los casos, tanto solo los hombres figuran como titulares de estas explotaciones. Mientras, las mujeres suelen aparecen como cónyuges en la categoría de 'ayuda familiar'.

Muchas mujeres agricultoras y ganaderas comparten las tareas de las explotaciones familiares, pero su labora es vista como una extensión de sus tareas domésticas y de cuidados. Con el objetivo de paliar esta situación desigual y de invisibilización de la mujer rural en el sector agrario, en 2011 se aprobó la ley sobre titularidad compartida de las explotaciones agrarias.

Según datos de la Junta de Castilla y León, el 70 por ciento de las mujeres que viven en el medio rural también trabajan allí, además, el 38 por ciento de estas son trabajadoras del sector agrario.

Desde Aura Fademur se señaló a este medio con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural que «la titularidad compartida va lenta, pero sí que ha ido aumentado. Poco a poco parece que se va teniendo más consciencia de que las mujeres que participan en la explotación deben dejar de estar en la sombra, ser visibles y que se reconozca su trabajo».

«La figura de la titularidad compartida es importante por la visibilidad que da a la mujer y por cambiar el rol, el prejuicio y el lastre de pensar que la mujer ayuda en el trabajo agrario o ganadero al marido. Que las mujeres estén dadas de alta en la Seguridad Social, que en muchos casos no lo están, es clave porque, finalmente, no tendrán jubilación», se añade desde Aura Fademur.

Profesionalizar la actividad de las mujeres, mejorar su participación en organizaciones agrarias, visibilizar el trabajo, fomentar la igualdad y ayudar al asentamiento de la población son algunos de los objetivos de esta figura legal.

Además, conlleva un reparto de rendimientos al 50 por ciento, ambos titulares son beneficiarios directos de las ayudas y cotizan a la Seguridad Social. Todo ello conlleva ventajas a la hora de acceder a la condición de explotación prioritaria, trato preferente a las subvenciones financiadas por el Estado o acceso a formación y asesoramiento.