Burgos pierde en una década el 43 por ciento de sus vacas lecheras

El incremento de los precios de forrajes y piensos, los bajos precios a los que se paga la leche al ganadero (está a unos 0,49 euros el litro cuando el coste de producción es de 0,53 euros el litro), el aumento de los costes de producción tales como electricidad y carburantes. Todo ello ha derivado en esta situación en la que las cabañas ganaderas de vacuno están mermando.

Los datos confirman que esta caída del número de vacas de leche no es nueva y se arrastra en el tiempo. En la última década el número de vacas lecheras ha pasado de las 8.295 del 2010 a las 4.735 del 2020, 3.560 vacas lecheras menos. Esto supone un descenso del 43 por ciento en el número de cabezas de vacas de leche en Burgos en una década, según los últimos datos actualizados por la Junta de Castilla y León. En 2007, las vacas de leche en la provincia de Burgos llegaron a superar las 9.000 (9.616).

En cambio, el número de vacas de no ordeño en la provincia de Burgos ha crecido en la última década y se sitúa en niveles superiores a los de 2010. En este año Burgos contaba con 31.590 vacas de no ordeño, en 2020 la cifra creció hasta las 36.357.

Igualmente, la producción de leche, por tanto ha caído en la última década. Este descenso supone un 70 por ciento menos de litros producidos en 2020 que los que se producían en 2010 en la provincia. 2020 es el último año con actualización por parte de la Junta de Castilla y León para su Anuario de Estadística Agraria

En 2010 la producción de leche de vaca se situaba en Burgos en los 117.619 litros anuales. En 2020 la cifra se quedó en 35.346. Son 82.273 litros de leche menos al año. Un descenso del 70 por ciento en la producción láctea.

El descenso en la producción de leche también se produce en el sector ovino, aunque las fluctuaciones de este sector son más habituales en Burgos. En 2017 la producción de leche de oveja estaba en los 15.060 litros anuales. En 2010 creció hasta los 19.364 litros. En 2015 bajó hasta los 9.972 y en 2020 volvió a subir hasta los 11.058 litros al año.