Los delitos de odio se disparan en Burgos. El informe del Ministerio del Interior conocido este lunes muestra un aumento importante de los actos constitutivos de un delito de odio en la provincia, que se sitúa a la cabeza de Castilla y León en este tipo de infracciones. También encabeza las estadísticas en cuando a tasa por 100.000 habitantes, solo superada por el País Vasco.
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El pasado año se registraron en Burgos 31 delitos de odio, de los cuales, 30 fueron infracciones penales y una infracción administrativa. La cifra duplica la registrada hace cinco años, completando la tendencia de incremento que venía notando en la provincia. Así, en 2020 y 2019 fueron 18 delitos. Mientras, en 2018 se registraron 21 y en 2017, 17. La cifra más baja es el único delito de 2014.
Estos datos elevan la tasa a 8,71 delitos por cada 100.000 habitantes, la cuarta más alta del país. Solo la superan las tres provincias vascas, con 13,19 en Álava, 11,87 en Vizcaya y 11,43 en Guipúzcoa. Además, Burgos también lidera la tabla de delitos en Castilla y León, pues sus 31 están muy lejos de los 15 de León o los 12 de Valladolid, por no hablar de los 3 de Segovia.
En cuanto al hecho delictivo, la mayoría corresponden a daños (10), amenazas (8), seguidas de lesiones (5) y de coacciones (2). También ha habido humillaciones, incitación al odio, trato denigrante, ataques contra los sentimientos religiosos o la libertad de conciencia y daños a vehículos. Y se enmarcan principalmente en delitos por razones de identidad (17 del total).
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Eso sí, también se han registrado 4 delitos de odio por orientación sexual o identidad de género, 7 por racismo o xenofobia, 2 por creencias o prácticas religiosas y una discriminación por razón de enfermedad. Han aumentado notablemente los delitos por razones de identidad, mientras que se mantienen lo relativos a racismo y xenofobia.
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Detenidos y víctimas
Junto a los 31 delitos de odio registrados el pasado año, las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado han podido también esclarecer 13 hechos delictivos. Cinco de ellos fueron amenazas, y otros cinco, lesiones. También hubo daños a vehículos, trato denigrante y humillaciones. Y estaban vinculados al racismo y la xenofobia (5), también a la orientación sexual e identidad de género (3), la identidad (3) y las creencias ideológicas o el sufrimiento de una enfermedad.
Por otra parte, en 2021 hubo 18 detenidos por este tipo de delitos. De ellos, 16 fueron hombres y 2 mujeres. La mayoría, 11 en concreto, tenían edades comprendidas entre 26 y 40 años. También hubo dos detenidos de 18 a 25, otros dos de 51 a 65 y más de 65 y otro de 41 a 50. De los 18, 13 eran españoles, 3 de Bulgaria, 1 de Marruecos y 1 de Rumanía.
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En total, las víctimas de los delitos de odio en Burgos ascendieron a 29 el pasado 2021. De ellas, 22 fueron hombres y 7 mujeres. En cuanto a su nacionalidad, 23 eran españolas, 2 búlgaras, 2 marroquíes y 2 venezolanas. De nuevo, 11 tenían entre 26 a 40 años; 8 de 51 a 65 años; 6 de 41 a 50 años; y 4 de 18 a 25 años.
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