Arlanza recupera parte de su monte quemado en 2022 con nuevas repoblaciones

Los montes Los Cerros y Arriba y Abajo de Santo Domingo de Silos se van repoblar ahora tras el incendio de hace dos años en la comarca del Arlanza; se engloba en el proyecto del Gobierno de España para la reparación de los daños causados a los bosques por incendios forestales. Está cofinanciado por la UE europea a través del Feader. El presupuesto asciende a 172.240 euros.

Se encuentran dentro del Monte de Utilidad Pública número 262, del Ayuntamiento de Santo Domingo de Silos. Antes del incendio se poblaba de sabinas albares, enebros y pinos, especies con las que se quiere repoblar.

El segundo de los dos fue el más afectado. Tiene un total 2.110 metros cuadrados de extensión y fue afectado por el fuego, el 27%, es decir, un total de 563,78 metros cuadrados. El primero es de 143 metros cuadrados de extensión y el fuego arrasó el 39%, 55,78 metros.

Con esta actuación se quiere paliar las consecuencias ambientales causadas por el incendio, mediante la ejecución de actuaciones de restauración hidrológica y forestal que se consideran prioritarias.

Según el proyecto, este paraje es una hondonada situada en el fondo del valle y rodeada de laderas no muy altas, que forman una estrecha garganta excavada en las calizas que de la Peña de Cervera. La altitud media del área afectada es de 1.050 metros; al norte de la zona afectada tiene un máximo de 1.316, el pico los Cuetos. Desde este punto, hacia el sur, disminuye su altitud de forma gradual hasta el entorno de los 915 metros en la ribera del río Mataviejas.

El incendio forestal de Quintanilla del Coco se inició́ el 24 de julio del 2022 y afectó a los municipios de Carazo, Contreras, Quintanilla del Coco, Covarrubias, Quintanilla del Coco y Retuerta, Santibáñez del Val, Santo Domingo de Silos y Tejada, en una superficie de 2.541 hectáreas.

La acción se dirige a la defensa del suelo, mitigando además el aporte de caudales solidos consecuencia de la ausencia de la cubierta vegetal; la protección contra fenómenos erosivos y la mejora de las infraestructuras de los montes.

Para ello se va a crear una cubierta vegetal como instrumento de protección del territorio frente a las catástrofes naturales, que favorezca la regulación del régimen hidrológico de las cuencas y prevenga la erosión del suelo.

Se pretende acometer esa acción en «un contexto de cambio climático, por lo que se adoptaran soluciones que supongan su mitigación». Para ello se va a aumentar el fondo de carbono en las nuevas plantaciones, mediante la restauración de masas forestales creadas con especies adaptadas a las características del territorio.

No olvida este plan la protección de los hábitats y las especies de fauna y flora amenazada, el aprovechamiento ordenado y sostenible de los recursos forestales y apoyar el desarrollo socio económico y mantener las fuentes de renta y empleo de las zonas rurales.

La actuación en el monte tiene también otros fines como la creación de nuevas empresas y dar continuidad a las ya establecidas en el sector, fomentando el espíritu empresarial y a la estructura económica territorial.

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