25 años dinamizando un pueblo burgalés de 40 vecinos más allá del verano

Siempre se ha escuchado que la unión hace la fuerza. El ser humano tiende a formar grupos, a reunirse para compartir ideas, experiencias, para realizar proyectos y crear asociaciones para organizar actividades. Han transcurrido 25 años desde que la Asociación Cultural Salgüero comenzara su andadura en La Gallega. Este 2023 ha celebrado su 25 aniversario, cientos de personas han participado en las actividades de un aniversario que la asociación ha organizado con esmero. «La junta directiva ha puesto todo su empeño y deseos para celebrar de una forma muy especial su 25 aniversario», reconoce Juan Carlos Bueno, presidente de la asociación.

El recorrido de la asociación ha estado basado en un amplio abanico de actividades pensadas para todo tipo de público, para dinamizar la vida en un pequeño pueblo y crear unión. Siempre desde el respeto a los socios, vecinos y, especialmente, al pueblo. «El comienzo fue motivador», recuerda Juan Carlos, «pero quizás hoy nos encontramos con mayor ilusión de haber hecho realidad y cumplido los principios y objetivos para los que fue fundada, apostando por fomentar la cultura y el ocio».

El apoyo de los socios y el sustento y colaboración de la corporación municipal son imprescindibles para el funcionamiento de esta asociación. Esto en el presente, pero el futuro también es una preocupación del presente. Por ello, animan a los más jóvenes «a seguir defendiendo el futuro de nuestro pueblo». No todos los socios de la asociación residen en el pueblo, pero la visita de estos los fines de semana, vacaciones o cuando se organiza una actividad hace que La Gallega respire más vida en estos momentos.

«Se puede decir que ha sido un año con gran actividad cultural para el pueblo. Hemos comenzado con la creación del logotipo del 25 aniversario y la elaboración de sudaderas conmemorativas», recuerda el presidente. También se ha continuado con la organización de la tradicional pingada del mayo, con buzos representativos o una jornada de obreriza. Ese trabajo que realizan los vecinos desinteresadamente para arreglar, restaurar o mejorar bienes comunitarios. El verano culminó con la Semana Cultural y unas novedosas fiestas patronales en las que la asociación decidió realizar una decoración de las calles con paraguas. Además de los autos locos, hinchables acuáticos y otros eventos que animaron la participación.

Exceptuando la Semana Cultural y la participación en las fiestas, la asociación realiza eventos todo el año. Para el final de este 2023 se ha organizado también una jornada centrada en la micología, con salida al monte incluida, y una jornada sobre la tradición de la matanza con elaboración propia de las viandas que, posteriormente, se degustaron.

Con todo ello, la Asociación Salgüero no se estanca ni se conforma, «siempre nos hemos caracterizado por escuchar, recibir y apoyar nuevas ideas que den lugar a la realización de actividades interesantes para mejorar en los aspectos que se pueda».

Fue en agosto, el día 16, cuando la asociación celebró su esperado aniversario, jornada a la que pusieron el nombre de 'Viviendo el ahora y el pasado'. En el centro de la plaza de La Gallega se representó el 'ahora' ambientado con diferentes puestos elaborados con pallets de madera y ubicados alrededor de las emblemáticas moreras del pueblo. Ahí se pudo degustar diferentes delicias. También tuvo su ubicación un puesto dedicado a la propia asociación donde se obsequió con un detalle a todos los socios y se hizo una mención especial a sus socios fundadores.

En la parte concéntrica de la plaza se representó el 'pasado'. Ahí se expusieron diferentes oficios, labores y enseres que hicieron a todos recordar los tiempos pasados. Así se dieron a conocer a las generaciones más jóvenes oficios y elementos como la trilla, lavanderas, hilanderas, trabajos de la resina, matanza, enseres del hogar, juegos tradicionales o costumbres. También se expusieron elementos de propiedad municipal que han convivido con las generaciones anteriores de La Gallega y que están cayendo en el desuso como la gaita del alguacil, el cencerro del vaquero o el picú de música. Se completó todo ello con una exposición de fotografías recordando diferentes actividades y momentos vividos dentro de la asociación.

«La organización de todo ello exige un trabajo laborioso, pero gracias a la ayuda y colaboración de un numeroso grupo de personas ha sido posible que todo el pueblo disfrutara de este año inolvidable. Este resultado está basado en el trabajo en equipo, el respeto y el entendimiento», asegura Juan Carlos.