Alsa se disculpa con los viajeros del autobús que perdió el control en Lerma y les rembolsará el billete

Los pasajeros vivieron el domingo por la noche una de las experiencias más angustiantes de su vida. Cuando el vehículo circulaba entre Lerma y Burgos, después de haber salido de Madrid a las ocho y media de la tarde, el conductor tuvo un desvanecimiento. Quedó tendido sobre el volante, pisando sin querer el acelerador, lo que hizo que el vehículo cogiera velocidad mientras iba a la deriva, tal como apuntan los viajeros.

«Estaba segura de que íbamos a morir», afirma en declaraciones al EL CORREO la bilbaína Amaia Frau, que viajaba en el asiento número 1, justo detrás del conductor. Esta joven de 24 años, licenciada en Medicina y a punto de comenzar la especialidad, fue una de las primeras en darse cuenta de que algo raro ocurría. Narra que iba dormida pero escuchó el ruido que hicieron las ruedas al rozar las bandas laterales, cuando el autobús se salía del carril.

A partir de aquel momento, se desató el pánico en el interior del vehículo. Los viajeros fueron conscientes de que el conductor estaba desvanecido, algunos empezaron a telefonear a sus familias para despedirse, temiendo no salir vivos de la experiencia. Afortunadamente, dos pasajeros tomaron el volante, llevaron al vehículo a una zona de descanso y, allí, el conductor se despertó. Estaba desorientado pero, en cuanto fue consciente de lo ocurrido, paró el vehículo.

Ahora, Alsa ha pedido disculpas a los pasajeros por los momentos de angustia vividos y ya les ha comunicado que les reembolsará el dinero de los billetes. Eso sí, viajeros como la propia Amaia Frau piden saber qué le pasó al conductor y cómo se llegó a esa situación, informa El Norte de Castilla. Mientras, Alsa insiste en que el conductor «no tiene la obligación de comunicar si tiene alguna patología».