Poco o nada tienen que ver las previsiones de alojamientos para el puente de la Constitución de este 2022 con las que hacían desde Asociación de Turismo Rural de Burgos (Turalbur) el pasado año. Así lo asegura su portavoz, Domingo Hernández, que asegura que ... las previsiones son que llega un «puente flojo».
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«Creemos que al ser un puente tan largo no nos está ayudando», reconocía. Este 2022 los días festivos caen en martes y jueves, por lo que es complicado que los trabajadores puedan obtener tantos días libres para poder viajar. «La primera parte del puente está vaya, estaríamos hablando igual de un 50% de ocupación, pero también es cierto que hay muchas reservas que son solo de fin de semana», indica Domingo.
Sin embargo, si de la segunda mitad del puente hablamos, la cifra de ocupación «sería del 15%». «Está muy floja. Por mucho que mejore, con reservas de última hora, va a ser un puente flojo», insistía.
Diferente es la previsión para Navidad, cuando esperan que «la ocupación sea muy alta». «Con la pandemia esta temporada se vio un poco afectada, pero este año, si no hay problemas, vamos a estar en cifras prepandemia», celebra Domingo. Y es que, aunque todavía queda bastante tiempo para que lleguen las fiestas navideñas, a estas alturas ya hay establecimientos, «sobre todo los que están cerca de las grandes poblaciones» que «están llenos tanto para Nochebuena como para Navidad».
Con estos datos tan optimistas, la estimación global la acercan al 80% de ocupación para estas dos fechas claves del calendario nacional. Unas cifras que se asemejan a las previsiones que se hacían en 2021, pero que se vieron truncadas por la cascadas de cancelaciones que provocó la sexta ola de coronavirus.
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Y a falta de que se concrete uno de los meses más importantes para los alojamientos rurales, el de diciembre, el balance de este 2022 es bueno. «El año va a terminar con cifras prepandemia», reconoce Domingo. Un balance un tanto engañoso, porque las cifras buenas se refiere a la ocupación, sin embargo, «en la cuenta de resultados habrá una reducción» provocada por el encarecimiento de los costes de los suministros.
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«Ha sido una temporada normal, sin olas ni problemas, pero marcada por el encarecimiento de los combustibles, que lo hemos notado, y que reducirá el beneficio de los establecimientos en aproximadamente un 15%», lamenta Domingo.
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Y a pesar del buen cierre de año, prevén que «el comienzo de año sea complicado», pero seguirán a la expectativa y trabajando para que las casas rurales sigan siendo el lugar de descanso y desconexión de todos aquellos que quieran disfrutar de la provincia de Burgos.
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