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La abrupta salida de Carlos Lesmes como presidente del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y el plan trazado por el magistrado para después de su dimisión ha tenido una dura respuesta de sus antiguos compañeros del órgano de gobierno de los jueces. Por 16 ... votos contra uno -se ha ausentado una vocal-, el pleno extraordinario celebrado este jueves ha designado a su vocal de mayor edad, el progresista Rafael Mozo, para ejercer las funciones por sustitución de Lesmes.
La decisión del pleno, no por esperada, supone un desaire en toda regla al anterior presidente. Lesmes encargó un informe técnico cuyas conclusiones fueron respaldadas incluso por la cúpula del Tribunal Supremo, que colocaba en su puesto al vicepresidente en funciones del alto tribunal, el magistrado Francisco Marín Castán. Dicho documento negaba la posibilidad de que hubiera una bicefalia en las presidencias del CGPJ y del Supremo, algo que finalmente sí ocurrirá.
La votación ha salido adelante con una amplia mayoría de 16 de votos a favor y solo uno en contra, el del vocal Wenceslao Olea, magistrado del Supremo y compañero de Lesmes en la Sala de lo Contencioso-Administrativo-, mientras que la consejera Mar Cabrejas se ha ausentado de la reunión. El contenido de este voto particular abre la puerta a la posibilidad de recurrir ante el Supremo el nombramiento de Mozo como presidente en funciones, según informan fuentes jurídicas.
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Los consejeros de los sectores progresista y conservador llegaron al pleno con el consenso casi unánime de que el sustituto del dimitido Lesmes debía ser uno de los vocales y este cargo ha recaído en Mozo por ser el de mayor edad: tiene 71 años.
Tras consumarse este movimiento, el plan trazado por Lesmes para después de su dimisión ha quedado amputado. Este pidió un informe al Gabinete Técnico del Tribunal Supremo en septiembre pasado con el objetivo de conocer quién le sustituiría cuando se fuera. Los aspectos legales del documento concluían que tanto la Constitución como la Ley Orgánica del Poder Judicial conciben la presidencia de ambas instituciones como «conjunta e indisociable».
El documento se cargaba de argumentos legales para dejar en manos del vicepresidente interino del Supremo este cometido, es decir, de Marín Castán, a la sazón presidente de la Sala de lo Civil. Y se aventuró a afirmar que «cualquier sombra de duda sobre este particular queda despejada» con la lectura de una sentencia del Tribunal Constitucional de 2016, que examinó la legalidad del régimen de sustitución y el papel del vicepresidente del alto tribunal.
Pues bien, este informe pedido por Lesmes fue ratificado el pasado 26 de septiembre por la Sala de Gobierno del Tribunal Supremo, es decir, por el órgano de nueve magistrados que representa a la cúpula judicial del país. Sin embargo, los vocales del Consejo no han visto nada clara esta jugada y han tomado otro camino en el pleno de este jueves, lo que abre un nuevo frente a la ya de por sí debilitada imagen del Poder Judicial.
Alegan los vocales que el hecho de que Marín Castán ocupe la vicepresidencia del Supremo de forma interina por ser el magistrado de mayor edad le resta legitimidad para reemplazar a Lesmes, al menos también en el CGPJ. También critican que su desembarco se percibe como una imposición en la que no se ha dejado margen de maniobra al Consejo y remachan que el informe técnico de Lesmes no es vinculante.
«La decisión sobre la suplencia es competencia del pleno, en su calidad de órgano superior del Consejo General del Poder Judicial y requiere que la designación recaiga, ineludiblemente, sobre uno de sus miembros, únicos legitimados para desempeñar las funciones de este órgano constitucional», concluye el acuerdo de los vocales aprobado este jueves.
Pero, ¿en qué situación queda ahora Marín Castán? En caso de que este magistrado se oponga al acuerdo del CGPJ mediante recurso, u otra parte legitimada como las asociaciones judiciales, este pulso acabaría en la Sala de lo Contencioso-Administrativo del Supremo, que sería la encargada de decantar la balanza. No obstante, fuentes jurídicas consultadas consideran que en el caso de Marín Castán, de 70 años, no pondría impedimentos para no ejercer las funciones de Lesmes en el CGPJ.
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