Rafael Mozo, un magistrado progresista en tiempo de descuento para sustituir a Lesmes

Nombrado vocal en 2013 a propuesta del Grupo Parlamentario Socialista, Mozo ha sido elegido hoy por sus compañeros para dirigir los designios del Consejo por ser el consejero de mayor edad (71 años). Lo hará de forma temporal, a la espera del acuerdo de PSOE y PP para poner fin a los cerca de cuatro años de interinidad que vive el órgano constitucional.

Miembro activo de la tercera asociación en número de afiliados, la progresista Jueces y Juezas para la Democracia (JJpD), Mozo ha sido uno de los tres vocales designados interlocutores en las conversaciones mantenidas para tratar de nombrar a los dos magistrados del Tribunal Constitucional que corresponden al CGPJ.

Trabajador, bonachón, organizador, discreto... sus compañeros de la asociación tienen buenas palabras sobre su desempeño profesional y personal, y el hecho de que haya sido designado ahora por sus colegas del Consejo para llevar a cabo las tareas de Lesmes da buena muestra de su talante conciliador y también batallador. Sin ir más lejos, se posicionó entre los vocales que criticaron las consecuencias de la reforma impulsada en marzo de 2021 por los grupos parlamentarios en el Gobierno -PSOE y Unidas Podemos- para impedir los nombramientos discrecionales en el CGPJ estando en funciones.

Mozo se jubilará como vocal en julio del año que viene, aunque eso no quiere decir que tenga que dejar la presidencia si para entonces aún no hay acuerdo entre los principales partidos para proceder a la renovación del órgano. Existen precedentes de presidentes que siguieron siéndolo una vez sobrepasados los 72 años, caso de Francisco José Hernando (2001-2008).

Su actual destino lo adquirió siendo ya vocal del Consejo, en previsión del relevo que debía haber llegado en diciembre de 2018. Por antigüedad -ocupaba el número 295 en el escalafón en abril pasado- fue elegido magistrado de la Sala Penal de la Audiencia Nacional, puesto al que no ha llegado a incorporarse. Hasta entonces, prestó servicio en la Audiencia Provincial de Madrid y de forma previa en Sant Feliu de Guíxols (Girona), Sepúlveda (Segovia), Leganés y Madrid.

Siendo presidente de la Sección 23 de la Audiencia Provincial de Madrid, Mozo dirigió el tribunal que condenó a 17 años de prisión al ultra Ricardo Guerra, el asesino del seguidor de la Real Sociedad Aitor Zabaleta, que murió de forma violenta en las inmediaciones del estadio Vicente Calderón, antiguo feudo del Atlético de Madrid, el 8 de diciembre de 1998.

En agosto de 2012, el magistrado también fue noticia al rebajar de 200 a 150 euros la multa impuesta a una joven que había robado una cazadora en un establecimiento de El Corte Inglés y que alegó que la pena impuesta era excesiva porque estaba en situación de desempleo. Mozo destacó en la sentencia que, aunque hubo una falta intentada de hurto, el efecto sustraído fue recuperado y entregado a su propietario, por lo que no había motivos para imponer a la mujer, en paro, una pena superior a la mínima legal establecida en el Código Penal, es decir, 30 días de multa y no los 40 que se le impusieron.