Secciones
Servicios
Destacamos
Pedro Sánchez solicitó este domingo a los presidentes autonómicos una relación de las infraestructuras públicas o privadas en sus territorios para aislar a los contagiados por el coronavirus que no presenten síntomas, y que son ahora uno de los principales focos de propagación de ... la enfermedad. Esas instalaciones se convertirían en las denominadas 'arcas de noé', experimentadas con éxito en China aunque en ese país se utilizaron para confinar a pacientes con síntomas leves. Las comunidades deben remitir esa información antes del próximo viernes.
El presidente del Gobierno mantuvo este domingo durante tres horas y media su cuarta conferencia telemática con los gobernantes autonómicos y, a diferencia de anteriores reuniones, se celebró en un clima de concordia y espíritu colaborativo, según reconocieron varios de los asistentes de diferente color político. Un cambio de ambiente motivado, sin duda, por la aparición de las primeras cifras alentadoras en el control de la pandemia. «El confinamiento está funcionando y empieza a dar sus frutos», apuntó «con toda la prudencia» el ministro de Sanidad, Salvador Illa. Los números de este domingo, con ser malos, 674 fallecidos y 6.023 nuevos contagiados, la cifra más baja desde el 22 de marzo, fueron los mejores de la semana.
Sánchez explicó en la videoconferencia que en la relación de establecimientos para aislar a los infectados asintomáticos se incluyan hoteles, polideportivos, albergues y palacios de congresos susceptibles de ser utilizados con ese fin. Las 'arcas de noé' son un mecanismo «eficaz» para evitar la propagación de la enfermedad, de acuerdo con el criterio de epidemiólogos y otros expertos porque es difícil protegerse de los asintomáticos puesto que no se sabe quiénes son y ellos mismos tampoco son conscientes. Solo se tendrá conocimiento de esa particularidad una vez que se efectúe «un amplio cribado» de la población con los test de comprobación de la enfermedad.
Noticia Relacionada
Ahí radica en estos momentos el cuello de botella. Ahora se efectúan de 15.000 a 20.000 test diarios, insuficientes para hacer una radiografía de los 47 millones de españoles. Sánchez anunció a los presidentes que entre este domingo y este lunes se remitirán a las comunidades un millón de PCR (siglas en inglés de la reacción en cadena de la polimerasa) y que en los próximos días se repartirán otros cuatro millones. Las primeras pruebas masivas se harán en hospitales y residencias de ancianos, los principales focos infectivos. «La detección precoz es vital y ahora lo prioritario es aumentar la capacidad de hacer test rápidos. Hay que detectar a todos los contagiados para aislarlos», afirmó este domingo la directora del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias, María José Sierra. «No descartamos hacerlos a toda la población», acotó Illa.
Efectuar pruebas a los asintomáticos supone, como ocurrió con el uso de las mascarillas, un cambio de criterio en el Gobierno. El portavoz del comité de gestión de la crisis, Fernando Simón, comentó el 6 de marzo que «tomar muestras a personas asintomáticas no tiene mucho sentido porque una muestra negativa de hoy no implica que mañana, si has estado ampliamente expuesto, no puedas desarrollar síntomas».
Los presidentes autonómicos pasaron por alto el golpe de timón y mostraron su disponibilidad a detallar las infraestructuras para transformarlas en 'arcas de noé', pero también trasladaron a Sánchez su pliego de quejas, sobre todo por la deficiente distribución del material sanitario. El catalán Quim Torra y la madrileña Isabel Díaz Ayuso fueron los que más elevaron el tono, según varios de los presentes. El presidente de la Generalitat reclamó la reversión de las competencias sanitarias, centralizadas desde la declaración del estado de alarma, y se quejó que los 50.000 test hechos en Cataluña se han realizado con recursos propios. También se preguntó por la utilidad de las conferencias de presidentes del domingo «si el sábado se anuncian las decisiones». Díaz Ayuso incidió en duros términos en que a Madrid no llegan los recursos económicos y sanitarios reclamados, pero al final apuntó que «España está haciendo buen papel en general» para frenar la pandemia.
El coronavirus en cifras
El lehendakari Iñigo Urkullu planteó la necesidad de preparar «un plan de vuelta a la normalidad de forma escalonada». Un tono muy distinto al empleado esta semana con las críticas al decreto que restringió las actividades económicas no esenciales. Un cambio en el que algo habrá tenido que ver la conversación que mantuvo el pasado jueves con Sánchez. El gallego Alberto Núñez Feijóo puso el acento en reclamar los 2.500 millones de euros que exigen a Hacienda a cuenta de la recaudación del IVA en 2017, un litigio que viene de meses atrás. El castellano-leonés Alfonso Fernández Mañueco se sumó a esa demanda, como todos los gobernantes del PP, pero también alertó de que es evidente que el punto débil del plan de las 'arcas de noé' es la falta de test para detectar los contagios de COVID-19.
J. M. CAMARERO | Madrid
El Gobierno de Pedro Sánchez aboga ya por realizar una mayor intervención estatal en la economía por la crisis del coronavirus y tras la paralización de casi todas las actividades desde mediados de marzo. Así lo puso este domingo sobre la mesa el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos.
En la rueda de prensa que tuvo lugar este domingo, Ábalos indicó que «no hay lugar para las ortodoxias ideológicas» ya que, a su parecer, «esta crisis precisará que los Gobiernos asuman un papel más activo en la economía». Ábalos también aclaró que no se trata de una «apreciación personal o del Gobierno», sino de un «diagnóstico extendido incluso desde las tribunas ideológicas del liberalismo», añadió el ministro, que aseguró que las decisiones que está tomando el Ejecutivo estas semanas no son «caprichosas o arbitrarias».
En el ámbito de la economía, indicó que el Gobierno «ha tenido que prácticamente parar la economía para proteger la salud». «Hemos practicado una operación quirúrgica a la economía mediante la hibernación de las actividades no esenciales para mantener los trabajos imprescindibles, para mantener las constantes vitales», ejemplificó.
En las últimas jornadas, y tras conocer el detalle de los decretos aprobados por el Consejo de Ministros con las medidas económicas y sociales, la patronal y parte de los analistas e inversores habían alertado ante la posibilidad de que los planes que ahora con considerados como excepcionales por la crisis derivasen en una intervención estructural.
Por otra parte, José Luis Ábalos aclaró que lo que concluye el próximo Jueves Santo es el decreto con el permiso retribuido aplicado en las empresas no esenciales obligadas a hibernar dos semanas. «Salvo que planteemos otras medidas, nos volveríamos a colocar en la situación del primer estado de alarma», apuntó el ministro, quien no descartó una modificación de lo que el Ejecutivo puede considerar sectores esenciales de actividad.
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.