Sánchez aplaza la formación de Gobierno a la próxima semana

El pasado domingo, después la primera jornada de votación de la investidura, la vicepresidenta Carmen Calvo confirmó que este viernes se celebraría ya el primer Consejo de Ministros y se adoptarían las primeras medidas sociales; algo que también dio por hecho este martes mismo por la mañana la ministra de Hacienda en funciones, María Jesús Montero. «Va a ir muy rápido», afirmaban desde el Ejecutivo.

Nadie veía razones para que fuera de otra manera porque, a diferencia de lo que ocurrió en 2018, cuando alcanzó la jefatura del Ejecutivo tras una moción de censura prácticamente improvisada, Sánchez ha dispuesto en esta ocasión de mucho tiempo para pensar en la composición de su Gobierno y, en palabras de un ministro de enorme peso político lo tenía ya todo «en la cabeza».

El portavoz socialista en el Senado, Ander Gil, se afanó por quitar hierro al asunto. «Es habitual que los presidentes se tomen unos días... Rajoy tardó diez días en 2016; no es malo y hay que tener en cuenta múltiples factores», adujo en La Sexta. La mayoría de los miembros de su partido, sin embargo, admiten en privado su sorpresa, aunque muy pocos se atreven a especular con las razones que subyacen tras la decisión de su jefe de filas para aplazar los nombramientos.

Alguno apunta a un posible enfado con Pablo Iglesias y al deseo del secretario general del PSOE de demostrar que será él quien maneje los tiempos. Unidas Podemos apenas tardó este martes unos minutos, desde que concluyó el pleno, en desvelar nuevos datos sobre la estructura de la Vicepresidencia que desempeñará su líder. En concreto, informó de que bajo su batuta habrá una Secretaría de Estado para la Agenda 2030, que comprende los objetivos de Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible y recaerá en la diputada Ione Belarra, y otra de Derechos Sociales, que desempeñará el responsable del área económica del partido, Nacho Álvarez.

Iglesias, que este martes no pudo ocultar su emoción una vez que concluyó la votación, se llevará además como jefe de gabiente al militar retirado y ex jefe de Estado Mayor de la Defensa Julio Rodríguez, un hombre de su entera confianza y con el que se siente en deuda.

Ninguna fuente oficial confirma, en todo caso, que esa filtración esté detrás del frenazo de Sánchez, aunque es cierto que en el entorno más próximo del presidente del Gobierno sí se vio como señal de que el líder de Podemos no es capaz de refrenar sus ganas de marcar perfil propio. No es la primera vez, de hecho, que ocurre algo similar y la prueba es que ya se conocen los nombres de todos los ministros de la confederación de izquierdas -Irene Montero ocupará la cartera de Igualdad; Yolanda Díaz la de Trabajo; Alberto Garzón, la de Consumo, y Manuel Castells la de Universidades- y en cambio apenas se sabe nada de los futuros miembros socialistas, más allá de que se dé por hecho la continuidad del titular de Fomento, José Luis Ábalos; la de Transición Ecológica, Teresa Ribera; la de Hacienda, María Jesús Montero y la vicepresidenta, Carmen Calvo.

Otra razón del paréntesis abierto por el secretario general del PSOE, podría ser, para algunos dirigentes socialistas, el deseo de esperar a que el Tribunal Supremo despeje el futuro del presidente de la Generalitat, Quim Torra, para poder reunir la mesa entre el Gobierno y la Generalitat pactada con Esquerra Republicana, pero fuentes del más alto nivel en el PSC lo consideran poco plausible.