Montse Bassa (ERC): «Me importa un comino la gobernabilidad de España»

Bassa ha acusado a los socialistas de ser cómplices de la «represión» y la «violencia policial» que a su juicio el Estado ha ejercido contra el independentismo. «¿Se alegra de nuestro dolor»?, le ha espetado al candidato Pedro Sánchez. «La cuestión importante es saber dónde está el PSOE, ¿se siente satisfecho con la sentencia?», ha preguntado, interrumpida entre gritos procedentes de las bancadas de los grupos de la derecha que la llamaban golpista o proferían viva a la policía y la Guardia Civil. Bassa incluso se ha mostrado partidaria de votar contra un PSOE que ha calificado de verdugo contra el independentismo. Pero ha señalado que siempre que visita a su hermana en prisión y a la expresidenta de la Cámara catalana, Carme Forcadell, y habla con ellas a través de un «puto vidrio», siempre le sonríen y le recuerdan que los republicanos creen en el diálogo. «Queremos construir una República independiente desde la cordialidad con España», ha asegurado. Bassa ha llamado esta mañana a la «empatía» de los socialistas para resolver el conflicto catalán. «Si queremos que la mesa de diálogo sea provechosa, hace falta empatía», ha emplazado.

ERC ha consumado, con su abstención. su apuesta por abrir una nueva etapa de diálogo entre Madrid y Barcelona. Tras siete de años de proceso secesionista, marcados por la voladura de buena parte de los puentes entre las instituciones catalanas y las del resto de España, ERC, en virtud de su pacto con el PSOE y su abstención en la legislatura, abre un nuevo tiempo, desmarcándose de sus socios fe JxCat. Los republicanos se avinieron a facilitar la investidura después de que los socialistas se comprometieran a constituir una mesa de negociación entre el Gobierno central y el catalán en el que la parte catalana podrá defender su reivindicación a la autodeterminación y a la amnistía. Los acuerdos a los que hipotéticamente lleguen en la mesa de negociación deberían someterse a votación en una consulta legal y acordada entre la ciudadanía catalana.

En esta ocasión, ERC ha apostado por que la posición de los republicanos la defendiera la diputada Montse Bassa, en lugar de Gabriel Rufián. La elección tenía toda la intención. «Señor Sánchez, le hablo como familiar de una presa política», se ha dirigido directamente al presidente del Gobierno en funciones. Bassa es hermana de Dolors Bassa, exconsejera de la Generalitat, en prisión y condenada a doce años de cárcel por sedición y malversación por su implicación en los hechos de octubre. El día en que la abstención de Esquerra ha sido decisiva para la investidura de Pedro Sánchez, los republicanos han dado todo el protagonismo a la hermana de una presa. Mensaje en clave de política española. «No solo son los jueces, también ustedes son los verdugos, está en sus manos cambiar las leyes», ha dicho. ERC facilita la gobernabilidad pero avisa que la cuestión de los presos siempre estará sobre la mesa. No solo por parte de ERC, ya que hoy mismo Jaume Asens y Ada Colau, de los comunes, han afirmado que en cuanto se constituya el gobierno habrá que «abordar los indultos». ERC rechaza los indultos, Junqueras lo dijo de forma expeditiva semanas atrás, pero habla de ley de amnistía. Esta mañana, Rufián se ya referido a la situación de Oriol Junqueras. «Se parece cada vez más a un secuestro», ha dicho, después de que ayer el Parlamento Europeo le reconociera como eurodiputado.

El mensaje de dar el protagonismo a Bassa también es en clave catalana. Cataluña está en periodo preelectoral y las críticas en el independentismo contra Esquerra por favorecer el Gobierno socialista están siendo muy duras. Los republicanos no aceptan lecciones. Su argumento es que nadie ha pagado como ellos un precio tan alto. Junqueras, condenado a trece años y Bassa, a doce. ERC ha buscado hoy el discurso emotivo. «Con la prisión, nos han robado un trozo de vida», ha apuntado.

Rufián, en su discurso del sábado pasado empleó el libro de estilo que han desplegado los portavoces de lo que antaño se conocía como la minoría catalana: palo y zanahoria. Con una mano tendiendo el guante y con la otra advirtiendo. «Si no hay mesa, no hay legislatura», afirmó hasta tres veces. El mensaje quedó claro u meridiano. Los republicanos se ofrecen como socios al futuro ejecutivo central, pero serán unos socios que estarán siempre amenazando con la ruptura.