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adolfo lorente
Jueves, 9 de enero 2020, 00:48
España, por fin, será europea. España, por fin, tendrá un gobierno de coalición. En realidad, ya los ha tenido y de diferente signo ideológico, pero sólo a nivel autonómico y municipal. Lo de tener dos partidos sentados en torno a la mesa del Consejo ... de Ministros ha sido un tema tabú desde la reinstauración de la democracia. Dejará de serlo. El Congreso alumbró el martes la reeleción de Pedro Sánchez como presidente del Gobierno y con él, un ejecutivo que se reunirá por primera vez el viernes de la semana que viene y que tendrá a Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos, como vicepresidente.
En España, un país donde Bruselas sigue viéndose como algo demasiado lejano, se recurre con frecuencia a lo que sucede por Europa para justificar los argumentos de unos y otros. Iglesias da fe de ello. Tras las elecciones del 28-A, en aquel periodo en el que Sánchez remoloneaba porque no quería verle ni en pintura y confesaba no poder dormir tranquilo con Iglesias sentado en el Consejo de Ministros, el líder de Unidas Podemos esgrimió un día sí y otro también la baza de Europa para pedir el Gobierno de coalición. Su ofensiva, por tierra, mar y aire surtió efecto tras las elecciones del 10-N. Siempre quiso ser vicepresidente. Así será.
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¿Pero qué ocurre en la UE? ¿Cómo se gobierna en el resto de Estados miembros? ¿Llevaba razón Iglesias? En realidad, hay ejemplos para sustentar cualquier teoría. Los hay monocolores (8), de dos partidos (7), de tres (9), de cuatro (uno) e incluso de cinco (Finlandia, Letonia y Eslovenia). Los había incluso tecnócratas, hasta que hace unos días el conservador Sebastian Kurz abandonó al partido de extrema derecha con el que gobernó la pasada legislatura y pactó por sorpresa con Los Verdes en Austria. ¿Se imaginan que Pablo Casado rompe con Vox y diseña un Consejo de Ministros con miembros de Equo? Pues sí, esto pasa en Europa.
Ocho de los todavía 28 Ejecutivos de la Unión son monocolor. Además de Reino Unido, que se marchará el 31 de enero, destaca Dinamarca y Portugal, las dos principales plazas socialdemócratas de la UE junto a la española. Gobiernos en minoría con apoyo externo, como siempre quiso y no pudo Sánchez, que ha tenido que dar el enésimo volantazo para adecuarse a las urnas y resignarse a liderar un Ejecutivo bicolor.
El presidente español siempre se fijó en el espejo portugués. Lo llamaban la vía lusa. Allí, su amigo António Costa, tras perder las elecciones en 2015 con la derecha, decidió pactar con los comunistas y el Bloco (Podemos) para gobernar en minoría. Acaba de revalidar su mandato acariciando, además, la mayoría absoluta. En una entrevista concedida recientemente a este periódico, confirmó que gobernaría en minoría pero que su idea era seguir apoyándose en estos dos partidos.
España tendrá un Gobierno bipartito, como también lo hay en otros seis países europeos. Lo hay en Austria, en Croacia, Bulgaria, Hungría, República Checa y Suecia. Sin embargo, la fórmula más extendida es la de los tripartitos. Los hay en nueve Estados miembros. Destaca Alemania, donde aún rige la gran coalición (los conservardores de la CDU y la CSU, junto a los socialdemócratas del SPD), Italia, donde gobierna el Movimiento 5 Estrellas junto a los socialistas y un partido minoritario, o Bélgica, país que sigue en funciones desde mayo.
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