Casado evita esta vez dejarse arrastrar por Vox y se refugia en la economía

Algunos dirigentes del PP creen leer en las encuestas que la tendencia ascendente del partido se ha moderado en las últimas semanas. Si bien asumen que su subida tocará techo antes o después, concluyen que un clima que alimenta mensajes más exacerbados no «le viene bien» a Casado, que intenta proyectar una imagen de templanza más difícil de sostener en tiempos revueltos. «Ni la intensidad que se estaba registrando en las calles catalanas ni el tema de Franco ayudan», defienden.

Ninguno de los dos asuntos fueron centrales hoy en la intervención de Pablo Casado en Las Palmas de Gran Canaria. Apenas hubo una referencia a lo territorial hacia el final de la comparecencia, aunque cuenta con portavoces, como Cayetana Álvarez de Toledo, para profundizar en esa materia. El presidente del PP aprovechó, sobre todo, para proponer ante representantes del sector una ley nacional de turismo, confrontar la gestión económica del PSOE y la de los gobiernos populares y advertir de que las «carrozas» de los socialistas en campaña electoral, se convierten el día después de los comicios en «calabazas».

Fuentes del partido argumentan que ese relato, el de los aciertos económicos, hace tiempo que lo ganaron los conservadores, de ahí que vuelvan a agitar la «herencia» de José Luis Rodríguez Zapatero y llegaran a proponer que el debate electoral del próximo lunes se retrasara un día para tener las cifras del paro sobre la mesa. Será, por lo tanto, el eje de una campaña, la del PP, estructurada en actos sectoriales en los que desgranar el programa y sacar provecho del perfil gestor, más que del candidato, del partido.

Fuentes del PP lamentaron, en todo caso, que la agenda política de los últimos días haya lastrado su crecimiento y beneficiado el de Vox. Desde la dirección nacional atribuyeron al PSOE un intento de «inflar» algunos temas que facilitan a Santiago Abascal un terreno en el que jugar y entorpecen que Casado siga en ascenso. «Es evidente –señalaron– que Pedro Sánchez está desarrollando una estrategia para ceder protagonismo a Vox y evitar que el PP pueda seguir creciendo».

Aun sin citar el traslado del féretro de Franco, en la sede nacional de Génova llegaron incluso a plantear que hay contactos en plena precampaña entre el PSOE y Vox y que un supuesto «pacto» entre ambos partidos está «funcionando». Otros dirigentes consultados, sin embargo, no llegan tan lejos. No consideran nada verosímil que haya una especie de acuerdo. Aunque sí detectan una comunión de intereses y advierten de que a Sánchez le conviene «una derecha fracturada» que impida a los populares erigirse en alternativa.

En realidad, no es más que el mensaje contra la fragmentación del voto que no caló el 28-A. La cúpula del PP trasladó este lunes que, en esta ocasión, Casado ha preparado cartas personalizadas según las circunscripciones que hará llegar al electorado, vía ‘mailing’ electoral, y en las que explica cuántos votos de Vox y Ciudadanos se quedaron sin representación en la cita de abril.