Borrar
Una denuncia, dos versiones y un juez: las declaraciones de Mouliaá y Errejón

Una denuncia, dos versiones y un juez: las declaraciones de Mouliaá y Errejón

El exportavoz de Sumar en el Congreso, en calidad de investigado, y la actriz declararon el pasado jueves ante el magistrado Carretero por la noche de septiembre de 2021 que llevó a Mouliaá a denunciar al expolítico por agresión sexual

Martes, 21 de enero 2025, 10:36

Elisa Mouliaá compareció ante el juez Adolfo Carretero con la denuncia que interpuso en octubre de 2024, el mismo día en que Íñigo Errejón, exportavoz de Sumar en el Congreso y ahora investigado, dimitió ante las acusaciones de violencia sexual. Un atestado en el que la actriz acusa al exportavoz de Sumar, que declaró en el juzgado tras tres meses en silencio, de haberla agredido la noche del 13 de septiembre de 2021.

Estos son los hechos que Íñigo Errejón, como investigado, y la actriz Elisa Mouliaá relataron en el juzgado el pasado jueves sobre lo que supuestamente ocurrió aquella noche:

Mouliaá

Mouliaá estaba invitada a la presentación

Errejón invita a Mouliaá a la presentación de su libro a finales de septiembre. Un año antes él había empezado a contestar alguna de sus historias de Instagram.

Errejón

Errejón no sabe si Mouliaá estuvo en la presentación

Errejón asegura que no sabe si Mouliaá estaba en el acto. No recuerda invitarla. Dice que habían estado chateando por Telegram y que él le dijo por esta vía que después le iban a dejar en casa y que si quedaban en un bar que está «literalmente» en su calle.

En esas fechas, Errejón estaba presentando el libro 'Con todo. De los años rebeldes al futuro'. Unas memorias de la irrupción de Podemos en 2014 hasta ese momento. Ambos admiten que quedaron al finalizar el acto.

Mouliaá

En el bar

Al finalizar la presentación, quedan en un bar en la madrileña zona de Ópera. En el bar comienza a sentirse incómoda con la actitud de Errejón y le menciona que va a ir a una fiesta. Lo invita «por cortesía».

Invitación a la fiesta

Él acepta el plan y ella escribe a la organizadora para preguntarle si Errejón puede sumarse. Su amiga le responde que sí y el político pide un coche.

Las condiciones

Mouliaá se siente «violentada» en el taxi cuando Errejón le pone las condiciones, justo llegando al portal. Ella se quedó «bastante cortada», con risa nerviosa, sin saber reaccionar.

Errejón

En el bar

En el bar, una coctelería, toman dos cervezas con aperitivo y hay cierta tensión sexual. Estaban sentados uno junto al otro.

Invitación a la fiesta

Ella le menciona que había una fiesta, a la que el no tiene muchas ganas de acudir. No obstante, le dice que pregunte a sus amigos si puede ir. Ella consulta a sus amigos y estos acceden a que el político se sume a al cita.

Las condiciones

En el taxi, estando sentados juntos, hablan de unas condiciones, pero como «un tonteo».

En la denuncia que Mouliaá interpuso contra Errejón a finales de 2024, la actriz asegura que el exdiputado de Podemos le impuso «tres normas» mientras ambos estaban de camino a la fiesta en el taxi: que ella no se alejase, que si se alejaba no fuese más allá de 20 metros y volviese en menos de un minutos y que le diese un beso esa misma noche.

El juez pregunta en ese punto a la denunciante por esas premisas tildándolas de «absurdas». «Usted es una persona acostumbrada al público. ¿No fue capaz de decirle que las condiciones no eran aceptables?», le inquiere con crudeza el instructor.

La última de esas 'normas', según ambas versiones, no tardó en ejecutarse:

Mouliaá

El beso del ascensor

Se apartó, ella le dice que está yendo muy rápido y se queda «como sin respiración».

Errejón

El beso del ascensor

Ambos se encuentran muy próximos en el ascensor que sube a la casa donde están invitados y la besa, en un gesto que fue después recíproco.

«Se morrearon los dos», traduce el juez en busca de aclaración, a lo que Errejón responde afirmativamente. «No fue un beso con intimidación», abunda Carretero, en un tono distinto al empleado con la demandante. «Todo lo contrario», subraya el investigado.

Mouliaá

En la fiesta

Asegura que estaban separados, él hablando con los invitados. Ella asegura que estaba «muy ebria» -extremo que no consta en la denuncia- y él le dió dos copas.

Intimidad en la fiesta

Errejón, celoso de que Mouliaá fuera a bailar con un amigo, la coge del brazo y la llevó a una de las habitaciones.

En la habitación

Él se cerciora de que la puerta está cerrada (en el atestado figura que pasa el pestillo), la apoya contra la pared y la toca por encima de la ropa. La tira sobre la cama, le quita el sujetador y le enseña «el miembro viril para violentarme». Ella le insta a que pare. Se zafa, se viste y sale.

Momento de irse

Al salir de la habitación, Errejón le deja salir «con la condición» de irse en 20 minutos. A partir de este momento, Mouliaá, que estaba «muy ebria», tiene «lagunas».

Con el taxi en la puerta

Errejón le pone «la chupa y el bolso» y le dice: «Venga, que nos lleva esperando el coche cinco minutos». Suben al coche, él delante y ella detrás. Entonces, coge una llamada de su padre sobre su hija: su hija estaba enferma. Entonces Errejón «no dijo absolutamente nada».

En casa de Errejón

En el portal, ella le dice que se quiere ir, accede a subir porque él le quiere firmar un libro. En el salón, él se vuelve a abalanzar y ella le dice: «Parece mentira que me esté pasando esto contigo». En ese momento ella pide un taxi.

Errejón

En la fiesta

Dice que él no es «de bailar» y se queda hablando con los invitados. En ese momento ella no estaba ebria.

Intimidad en la fiesta

En un momento dado, ambos se encuentran en la cocina, donde estaban las bebidas. Acto seguido, pasan por delante de los amigos de ella, de la mano, hacia una de las habitaciones al final del pasillo.

En la habitación

Se besan por deseo de los dos y se tocan íntimamente por encima de la ropa. Sin sacarse en ningún momento el pene. Mouliaá no le dice que pare.

Momento de irse

Ella le indica que la situación «es un canteo». Quedan en irse en 30 minutos y él pide el taxi.

Con el taxi en la puerta

En un momento dado, le llaman al teléfono porque ha llegado el taxi, se despiden de los invitados y se sientan juntos en la parte de atrás del coche. En ese momento, Mouliaá conoce que su hija está enferma y Errejón le ofrece que se quede el taxi después de llegar a su casa.

En casa de Errejón

Finalmente, suben a casa de Errejón. Sacan dos cervezas y Mouliaá está agobiada mirando el móvil, tras la llamada por su hija. Entonces, ella le dice que se siente «un poco mal» por la situación de la pequeña, paran de besarse, llama a un taxi o Uber y se marcha diciendo que «había estado bien».

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

burgosconecta Una denuncia, dos versiones y un juez: las declaraciones de Mouliaá y Errejón