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Podemos ha pasado página este domingo a siete años de hiperliderazgo de Pablo Iglesias. Por primera vez desde su nacimiento en enero de 2014, el partido estará dirigido por una persona distinta, la ministra de Derechos Sociales, Ione Belarra, elegida por el 88,69% de ... los votos de la militancia como nueva secretaria general. No se esperaban sorpresas, ni las hubo, en la cuarta Asamblea Ciudadana de la formación, celebrada a lo largo de todo el fin de semana en Alcorcón (Madrid), ya que todo el aparato de los morados se había volcado con la navarra desde que esta anunció su candidatura. Su lista, de las tres que se postulaban, ha acabado copando también todos los puestos en el Consejo Ciudadano del partido con los ya familiares nombres de Irene Montero, que se mantiene como 'número dos'; Pablo Echenique, Rafa Mayoral, Isa Serra o Noelia Vera, entre otros.
Más allá que los rostros que se repiten, Belarra quiso aclarar en su programa que era necesario «dejar atrás»el liderazgo de Iglesias, aunque continuando su proyecto político. En su primer discurso como secretaria general de Podemos, tuvo un especial recuerdo al exvicepresidente del Gobierno, el gran ausente en la cita, y reconoció que «sin Pablo, Podemos no existiría».
La nueva líder es consciente del reto mayúsculo que tiene por delante, principalmente para reorganizar el partido e intentar frenar la sangría de votos que vienen padeciendo desde las generales de 2015 –desde entonces han perdido la mitad de sus escaños–. Belarra reconoció que Podemos «tiene que crecer para salir a ganar las generales».
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Con su paso adelante, Podemos se intenta sacudir la etiqueta de partido madrileño y se abre a la periferia para intentar de frenar el desapego territorial que castiga a los morados. También se «feminiza» el liderazgo, que pasa a ser bicéfalo, con la ministra de Derechos Sociales trabajando en la reconstrucción del partido y con la vicepresidenta Tercera, Yolanda Díaz, como interlocutora de la coalición Unidas Podemos (de la que forma parte Podemos, Izquierda Unida, Galicia en Común y En Comú Podem) en el Gobierno y próxima candidata a las elecciones generales. Todo pese a que la gallega aún no ha confirmado que si se postulará o no.
Una de las primeras tareas de la nueva secretaria general será definir el Consejo de Coordinación, la Ejecutiva de Podemos, y en el que tendrán un peso destacado las mujeres, como pronostican fuentes del partido. También deberá elegir a un nuevo secretario de Organización, un cargo de calado que el diputado Alberto Rodríguez, que será juzgado en el Supremo por un delito de agresión a un policía, ya avanzó que no optaba a repetir.
La cuestión de la relación que Belarra quiere mantener con el PSOE es otro de los retos, también el de revaluar o no el programa de coalición en función de los fondos europeos. Este domigno, en Alcorcón, citó algunas de las prioridades de Podemos, como adelantar la edad de jubilación, subir las pensiones o mejorar las perspectivas laborales de los jóvenes. La ministra de Igualdad, Irene Montero, también se comprometió durante su intervención a llevar al Congreso la ley del 'solo sí es sí' «antes del verano».
Durante el proceso votaron más de 53.443 inscritos del partido. Un dato que supone aproximadamente el 38,5% del censo fijado para estas primarias, que alcanza casi los 139.000 simpatizantes, e implica un nivel de participación levemente inferior al que se registró en Vistalegre III, cuando votaron cerca 59.000 para reelegir entonces al exsecretario general Pablo Iglesias.
Con 45.733 apoyos, la candidatura de Belarra no ha tenido rivales de peso y queda muy por delante de los otros dos proyectos, el del militante crítico Fernando Barredo y el del concejal de El Escorial (Madrid) Esteban Tettamanti, que lograron 3.106 y 2.730 votos respectivamente.
En su intervención en la última jornada de la asamblea, Belarra se ha referido a la manifestación convocada este domingo en la madrileña Plaza de Colón, y que ha reunido a los líderes de PP, Vox y Ciudadanos. «Frente a la alegría de pelear por un país mejor, las derechas vuelven a petrificarse hoy de nuevo en una foto en blanco y negro en la plaza de Colón. El odio y el enfrentamiento, la corrupción y la defensa de sus privilegios es la única forma de hacer política que conocen. España no se merece esta oposición», ha afirmado.
La cuarta Asamblea Ciudadana de Podemos recibió la visita de varias delegaciones internacionales, entre ellas, la del Frente Polisario en la figura de su delegado en España, Abdulah Arabi. En plena crisis diplomática entre Madrid y Rabat por la soberanía del Sáhara Occidental, el representante saharaui elogió el «compromiso y apoyo» del partido morado con su pueblo. También pidió al Gobierno «responsabilidad con el Sáhara mientras no termine el proceso de colonización con el referéndum de autodeterminación». Una de las intervenciones más aplaudidas de la jornada.
Además de la participación, vía presencial y telemática, de los representantes de otras confluencias que forman parte de Unidas Podemos, como la de Alberto Garzón (IU) o la de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau (En Comú); también intervino el expresidente de Uruguay, Pepe Mújica, que animó a los dirigentes morados a «desplegar la inteligencia para que España no sea de charanga y pandereta».
En el apartado de mensajes internacionales participó la presidenta del Sinm Féin de Irlanda, Mary Lou Macdonald, que destacó la necesidad de colaboración en el ámbito europeo. O el del exlíder del Partido Laborista británico, Jeremy Corbyn, que instó a la unidad de todas las formaciones de izquierda para «afrontar los retos globales».
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