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Adriana Lastra dimite como vicesecretaria general del PSOE. Efe /Vídeo: EP

La dimisión de Lastra facilita a Sánchez reajustar el PSOE para intentar recuperar brío en las urnas

El presidente del Gobierno busca mayor coordinación entre el partido y la Moncloa, a la que dará voz en el próximo comité electoral

Lunes, 18 de julio 2022, 09:40

Adriana Lastra, durante años una de las dirigentes más cercanas a Pedro Sánchez en el PSOE, se retira de la primera línea, aunque mantendrá su escaño en el Congreso. La hasta ahora número dos del partido anunció este lunes en un comunicado su renuncia ... a la vicesecretaría general que asumió en 2017, después de que el hoy presidente del Gobierno recuperara con su ayuda, entre otras, el liderazgo del partido. En un comunicado hecho público por Ferraz, Lastra -que lleva dos semanas de baja por un embarazo de riesgo- atribuye la decisión a cuestiones personales. Su marcha coincide, en todo caso, con un momento en el que la formación había asumido ya que Sánchez preparaba cambios de calado en puestos clave de su ejecutiva.

En los últimos meses habían trascendido en los círculos del PSOE las fricciones entre la vicesecretaria general y el secretario de Organización, Santos Cerdán, El malestar ante esas rencillas se había hecho especialmente intenso tras el batacazo en las elecciones andaluzas del 19 de junio. Fue entonces cuando se empezó a dar por sentado que Sánchez tomaría cartas en el asunto para evitar unas disfunciones que, entendían algunas voces, estaban perjudicando al partido en un momento crucial, a apenas diez meses para las elecciones autonómicas y municiales de 2023 y a poco más de un año de las generales.

Lastra ya había perdido algo de protagonismo externo cuando, en una derivada de la drástica remodelación llevada a cabo por Sánchez en el Gobierno hace un año para tomar impulso tras la debacle eletoral de Madrid, fue apartada de la portavocía parlamentaria al frente de la cual también llevaba desde 2017. En esa crisis cayeron, de forma sorpresiva, otros dos pesos pesados del partido y miembros del reducido grupo de fieles que había acompañado al hoy jefe del Ejecutivo en su batalla para volver a la secretaría general tras su defenestración en el otoño de 2016: la vicepresidenta, Carmen Calvo y el ministo de Transportes, José Luis Ábalos, que renunció también a su cargo de secretario de Organización.

En el entorno de la combativa dirigente se explicó entonces su adscripción exclusiva a la vicesecretaría general como una encomienda de Sánchez para preparar al partido de cara al nuevo ciclo electoral y no como una pérdida de poder. Cierto es que consiguió que el presidente del Gobierno reforzara su papel al otorgarle, con un cambio en el reglamento de la ejecutiva, atribuciones sobre la comunicación y la estrategia del grupo parlamentario. A Ábalos le sustituyó su número dos, Cerdán, que ya venía ejerciendo muchas de las funciones de un secretario de Organización. Engrasar el partido era tarea de ambos, pero no hubo sintonía. Tampoco con parte de la dirección del grupo en el Congreso y el nuevo portavoz, Héctor Gómez.

El jefe del Ejecutivo ha evitado en las últimas semanas ofrecer pistas sobre sus planes para el partido y nadie se atreve ahora a afirmar cuál será el siguiente paso, si se limitará a amortizar un puesto que no siempre ha existido o si aprovechará para ir más allá. Tampoco saben vaticinar si actuará de inmediato o se dará un tiempo. Algunos creen que Lastra se ha echado a un lado antes de que la apartasen y le reprochan que apelara a la dificultad de compaginar el cargo con las «exigencias de reposo y cuidados» a las que le obliga su embarazo porque, dicen, lanza un mensaje «poco feminista». También hay quien cree que todo este episodio es inoportuno. «Vuelve a poner el foco en la debilidad orgánica tras el éxito del debate del estado de la nación», apunta un veterano diputado.

El lider del PSOE, con todo, se mostró elogioso con su ya exnúmero dos. «Eres una socialista ejemplar. Gracias a tu compromiso y entrega durante todos estos años el cambio en el PSOE y en España fue posible. Seguiremos trabajando juntos», escribió en Twitter.

Óscar López y Hernando

El adiós de la política asturiana a un puesto que venía desempeñando con un radical sentido de la lealtad que sus detractores consideraban casi castrante (le acusaban de coordinar una «gestapillo» interna) pone fin, de alguna manera, a una etapa en el PSOE y consuma el desmantelamiento del núcleo duro más visible sobre el que Sánchez resurgió de sus cenizas, contra todo pronóstico, hace cinco años.

El adiós de la política asturiana ratifica la disolución del equipo que ayudó al hoy presidente a resurgir de sus cenizas

En 2021, cuando el jefe del Gobierno cesó también a su entonces director de gabinete, Iván Redondo, y llamó a Moncloa a Óscar Lopez y a Antonio Hernando, con los que había dado sus primeros pasos en política bajo el ala del todopoderoso José Blanco pero de los que le separó la guerra interna del 16, ya se habló de un retorno del viejo aparato. Lastra nunca lo vio con buenos ojos.

Sánchez planea activar en breve un comité electoral en el que no se descarta la participación de esos colaboradores (exsecretario de Organización y exportavoz parlamentario del PSOE). En todo caso, según apuntan en su entorno, busca que la relación entre Moncloa y el partido fluya con mayor facilidad.

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