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Martes, 26 de mayo 2020, 08:25
POR rafael m. mañueco
El primer ministro ruso, Mijaíl Mishustin, aparentemente restablecido tras enfermar de Covid-19, ha pedido a sus conciudadanos que se abstenga de viajar este verano al extranjero para pasar las vacaciones. Durante una reunión celebrada ayer por videoconferencia con el presídium del comité coordinador ... de lucha contra la pandemia, Mishustin admitió que «algunos países han levantado ya las restricciones de confinamiento y aseguran estar preparados para recibir turistas».
Sin embargo, advirtió que la OMS «no ha dado ninguna recomendación para reanudar los viajes al extranjero». «Pido a nuestros ciudadanos que no se apresuren. Sí, hemos logrado ciertos progresos en la lucha contra el coronavirus, pero hay que recordar que la infección por COVID-19 nos vino desde el extranjero», señaló el primer ministro ruso en una alocución que fue retransmitida por el canal público «Rossiya-1». Según su opinión, «es aconsejable abstenerse de hacer viajes turísticos fuera de Rusia (...) es mejor y más seguro pasar las vacaciones en el país propio».
Debido a la epidemia de coronavirus, Rusia detuvo el tráfico aéreo internacional el 27 de marzo. Solo se han efectuado vuelos chárter para repatriar ciudadanos rusos que quedaron atrapados en distintos puntos del planeta. Las fronteras terrestres fueron también clausuradas el 30 de marzo y, por ahora, no se ha anticipado ninguna fecha para reabrir el país. Rusia contabiliza ya más de 362.000 contagios por coronavirus y en torno a los 3.800 fallecidos.
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Tras las palabras de Mishustin, en la sesión gubernamental de ayer intervino el viceprimer ministro, Dmitri Chernishenko, para anunciar que «a partir del 1 de junio se irán levantando paulatinamente las limitaciones a los viajes dentro del país y al turismo interno». Aseguró que «se está trabajando ya en las medidas a aplicar para posibilitar la apertura de hoteles, centros turísticos y playas». Aunque Chernishenko advirtió que «existe el peligro de una segunda ola de Covid-19«.
La semana pasada, el presidente del comité parlamentario de Cultura y Deportes, Mijaíl Dégtiarev, afirmó que la industria turística rusa, sus resorts, balnearios, hoteles y líneas aéreas, podrían volver a estar funcionando completamente a partir del 1 de julio. Según sus palabras, «esperamos que desde el primero de julio se reanuden las conexiones aéreas y terrestres dentro de Rusia y se reabran los hoteles (...) también los balnearios y sanatorios».
De acuerdo con una encuesta del centro sociológico ruso VTsIOM, sólo un 4% de los rusos planean veranear en el extranjero este año. El 61% declara su intención de no moverse del país. VTsIOM subraya el hecho de que la causa de tales preferencias se debe, no tanto al miedo de contagiarse en el extranjero, sino a que la situación económica de los rusos ha empeorado por culpa de la pandemia.
El coronavirus en cifras
Sara I. Belled ARIEL FERRANDINI
Los datos oficiales indican que el año pasado los rusos realizaron casi 18 millones de viajes turísticos al extranjero. Turquía continuó siendo el destino de vacaciones más popular para la población seguido de Alemania, Italia, Tailandia y España. Las autoridades turcas han informado que negocian ya el restablecimiento del flujo turístico con Rusia. Ankara espera reanudar los vuelos internacionales a mediados de julio.
A principios de este año, antes de que la epidemia de coronavirus tomara impulso, los rusos continuaron viajando activamente al extranjero. Incluso a mediados de marzo, cuando las medidas de confinamiento y cuarentena ya se estaban aplicando en diferentes países, unos 100 mil turistas, según la Agencia Federal de Turismo, todavía andaban dando vueltas por el mundo en viajes organizados. La cifra total incluyendo a los viajeros individuales se estima que fue mucho mayor.
POR iñigo gurruchaga
De las explicaciones de Dominic Cummings sobre su confinamiento campestre, la que menos crédito ha recibido es la que ofrece el motivo para que se les viera a él, a su mujer y a su hijo en un bello paraje, a 30 minutos en coche de la casa donde se aislaban. Fueron allí, según el gurú de Boris Johnson, porque su mujer estaba preocupada de que la fatiga y los problemas con la vista que había padecido durante su Covid le impidieran conducir hasta Londres al día siguiente.
Era el 12 de abril. La coincidencia con el cumpleaños de su mujer, Mary Wakefield, no ayuda y, como Stevie Wonder podría haber dicho: si tienes problemas con la vista, no conduzcas. Periodistas y tuiteros no le creen. Tienen motivos. Fue director de una campaña del Brexit que recurrió a mentiras sonadas y en este episodio ya le han pillado engalanando la verdad.
Justificó el viaje a Durham, el 27 de marzo, porque no quería dejar a su mujer y a su hijo solos en su casa, si él no enfermaba y podía seguir trabajando en Downing Street, en el contexto de un Johnson enfermo. Los llevaría a la granja de sus padres y él regresaría a Londres. En torno a su casa se había creado «una mala atmósfera», dijo. Por culpa de los medios.
Han publicado muchas historias falsas sobre su supuesto relajo ante el Covid y las muertes, se quejó Cummings. Y la consecuencia es que hay gente que grita amenazas en el exterior de su casa, filmada a menudo por cámaras de televisión, otros proponen ataques en redes sociales,… A pesar de que, «durante muchos años, he advertido de los peligros de pandemias», dijo. «El año pasado escribí sobre la posible amenaza de coronavirus y la necesidad urgente de planificar».
Malpensados investigaron la verdad de lo que decía Cummings, buscando en la máquina del tiempo del archivo de internet(archive.org). Encontraron en su blog, en 2019, una larga entrada sobre riesgos de escape de virus en laboratorios del mundo, al que añadió, en este mes de mayo de 2020, la mención a un incidente de 2014 en un laboratorio de China con el coronavirus SARS. O sea que el gurú exagera sus virtudes, como hacen los críticos de su viaje a Durham.
Reconoció, sin embargo, que ha cometido errores en la política contra la pandemia, especialmente en enero y febrero. Eso sí que debería ser motivo de despido de un Gobierno en el que tanto Johnson como sus ministros insisten día tras día en que han tomado «las medidas adecuadas en el momento oportuno».
POR JUAN CARLOS BARRENA
El Gobierno alemán tiene intención de levantar la alerta de viajes a 31 países europeos, entre ellos España, Francia o Italia, el próximo 15 de junio si el desarrollo de la pandemia de coronavirus lo permite. Además de los 26 socios de la Unión Europea, en la lista de beneficiados por el levantamiento de las restricciones a los viajes se encuentran Gran Bretaña, miembro saliente de la UE, y los cuatro estados adheridos al espacio de Schengen que no pertenecen a la Unión Europea: Islandia, Liechtenstein, Noruega y Suiza.
La iniciativa figura en el documento 'Criterios para posibilitar el turismo intereuropeo' que el consejo de ministros a las órdenes de la canciller federal, Angela Merkel, podría aprobar este viernes según revela la agencia DPA. La decisión se ha visto motivada por la idea de que «la reactivación del turismo es importante tanto para los viajeros como para la industria germana del sector, pero también para la estabilidad económica de otros países que son metas turísticas», señala el estudio.
El ministro federal de Exteriores, Heiko Maas, había dictado el pasado 17 de marzo una inédita alerta mundial que advertía contra todo viaje a cualquier país del extranjero. Alemania sólo había tomado medidas similares cuando el peligro para la vida de sus ciudadanos era manifiesto y en el caso de territorios afectados por conflictos bélicos como Afganistán, Libia o Siria.
El levantamiento parcial de esa alerta justo antes del comienzo de las vacaciones estivales es una señal por parte de Berlín a favor del turismo entre los países de la UE. Para ofrecer a los viajeros una buena protección contra una posible infección con el virus Sars-Covid-19, el Gobierno de Berlín quiere que en el seno de la UE se establezcan una serie de criterios comunes. Entre otras cosas propone que sus socios asuman el límite superior de 50 nuevas infecciones por cada 100.000 habitantes en una semana para reactivar las restricciones más severas en regiones afectadas.
En el ámbito nacional, el estado federado de Renania Palatinado levantará hoy masivamente las restricciones dictadas para combatir la pandemia. El Ejecutivo de Maguncia ha autorizado, bajo estrictas medidas de higiene y el dictado de guardar distancia física entre las personas, la reapertura de piscinas, cines y gimnasios. Pero también de teatros, óperas, salas de conciertos, circos y escuelas de baile. Igualmente permite la práctica de actividades físicas en pabellones deportivos, la celebración de mercados y mercadillos de pulgas al aire libre, así como actos públicos en el exterior con hasta 100 personas. Los restaurantes podrán prolongar su apertura una hora más hasta las 22.30 horas y asimismo podrán volver a funcionar casinos y salas de juego.
El Gobierno regional renano-palatino subrayó que el apreciable alivio de las restricciones se debe a que en la última semana se han registrado en toda la región solo dos nuevos casos de contagio con la enfermedad.
Por otra parte, la empresa de correos Deutsche Post es el primer gran consorcio alemán que va a ofrecer a sus empleados amplios test para detectar infecciones de coronavirus. Más de 10.000 trabajadores postales podrán hacerse las pruebas aunque no tengan síntomas de la enfermedad, sobre todo en los grandes centros de distribución. La dirección de la empresa tomó la decisión después de hacer pruebas a 4.000 empleados en cuyo entorno se habían detectado casos de contagio.
POR paula rosas
Es uno de los sectores más afectados por la crisis económica ligada al coronavirus, joya de la industria francesa que el gobierno no puede dejar caer. El presidente Emmanuel Macron presentará hoy un plan de apoyo al sector del automóvil, que prevé primas de hasta 7.000 euros para la compra de vehículos limpios y que tiene la ambición de convertir a Francia en un polo de la fabricación de automóviles eléctricos e híbridos.
Dos semanas después del inicio de la desescalada, el Ejecutivo reorienta sus esfuerzos hacia las consecuencias económicas de la crisis sanitaria, que se ha cobrado en Francia casi 28.500 vidas, cifra que no incluye los muertos en residencias de ancianos desde hace cuatro días. Macron se reunirá hoy con el presidente de Renault, Dominique Sénard, que la semana pasada anunció un plan de recortes de 2.000 millones de euros, y con otros actores de la filial del automóvil. Por la tarde, el presidente anunciará las medidas del nuevo plan desde una fábrica de equipamiento en Pas-de-Calais.
El gobierno quiere evitar a toda costa los despidos, para lo que ha anunciado 3.000 millones de euros de exoneraciones fiscales para los sectores más afectados por la crisis, como el turismo, la cultura o la hostelería. Sin embrago, a partir del 1 de junio, el Estado va a reducir progresivamente su aportación al paro temporal (ERTE), y las empresas deberán hacerse cargo del 15% de esa aportación.
Hoy, además, la Comisión nacional de informática y libertades, la agencia francesa que vela por la ley de privacidad de datos, ha dado luz verde a la aplicación móvil StopCovid, con la que el gobierno quiere rastrear los contactos de las personas afectadas por el nuevo coronavirus. Está previsto que la puesta en marcha de esta polémica herramienta se debata entre mañana y pasado en la Asamblea Nacional.
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