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salvador arroyo
Corresponsal. Bruselas
Lunes, 24 de mayo 2021
«Piratería aérea», «terrorismo de Estado», «comportamiento ilegal», «inadmisible», «escándalo internacional», «amenaza para la seguridad internacional y la aviación civil», «cruce inaceptable de una nueva línea roja». Todo un polvorín diálectico estallo este lunes en una UE indignada como anticipo a la cumbre de líderes ... que arrancaba por la tarde en Bruselas. El aterrizaje a la fuerza de un avión de Ryanair en Bielorrusia, mientras cubría la ruta Atenas-Vilna, para arrestar a uno de sus pasajeros (el periodista opositor Roman Protasevich) entraba de lleno en la agenda de los mandatarios europeos y les colocaba en la tesitura de pactar un castigo enérgico contra el régimen de Aleksandr Lukashenko. El reto: convertir las palabras en hechos, contrarreloj, y por unanimidad. Algo que nunca es fácil cuando hay que aglutinar Veintisiete puntos de vista diferentes y que últimamente se hacía más cuesta arriba por la inercia dinamitadora de Hungría, que ya la pasada semana rompía la posición común sobre el conflicto entre Israel y Hamás pese a que la declaración de consenso no podía ser más suave.
La cuestión es que la primera jornada de la que, a su vez, era la primera cumbre presencial del año (exceptuando la cita informal de Oporto de hace tres semanas) se vio alterada por un hecho que exigía «respuesta firme», reclamó Charles Michel, presidente del Consejo Europeo. Y los jefes de Estado y de Gobierno comenzaron a hilvanarla pasadas las 19.30 horas, en formato 'cena de trabajo' y en día festivo en Bélgica. Inicialmente, la cena iba a estar marcada por un discusió estratégica sobre la incómoda relación con Rusia. Pero de entrante, Bielorrusia. Sin teléfonos ni tablets «para garantizar la confidencialidad del debate», confirmaban fuentes diplomáticas.
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Sobre la mesa nuevas sanciones a añadir a las ya existentes contra el régimen de Minsk, que hasta la fecha han tenido un efecto más bien escaso. 59 personas, entre ellas el propio Luckashenko y su hijo, no pueden pisar territorio comunitario y tienen congelados todos sus activos. El acuerdo, al cierre de esta edición, contempla incrementarlas con «nuevas listas» en las que figurarían personas involucradas en el «secuestro» de la aeronave de la compañía irlandesa, así como empresas que financian al régimen. Lo había avanzado la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, al tiempo que recordaba que la UE dispone de un paquete de 3.000 millones de euros de ayudas e inversiones para Bielorrusia. Pero solo fluirán «cuando se convierta en un país democrático».
La identidad de los nuevos 'castigados' se concretaría en los próximos días. Pero la UE no se quedará ahí. Los líderes hicieron también un llamamiento expreso a medidas más drásticas. Solicitan a las compañías europeas que eviten «sobrevolar Bielorrusia» por considerar su espacio aéreo «inseguro» y también pulsan el botón para que se adopten las «medidas necesarias» para que se prohiba a la compañía de bandera de ese país, Belarusian Airlines, utilizar el cielo europeo y sus aeropuertos. «El Consejo Europeo continuará ocupándose de este incidente», se añadía en el primer borrador de la declaración, que atendía las propuestas avanzadas por socios como Lituania y Polonia. Habían pedido (y ejecutado) un cerrojazo por aire que también defendían otros países y para el que Francia reclamó la implicación de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
88 personas, incluido Alexander Lukashenko y su hijo, están vetados en la UE y tienen sus activos congelados hasta febrero de 2022, algo que también afecta a siete empresas.
Paquete de ayudas. La UE dispone de un paquete de ayudas e inversiones para Bielorrusia que asciende a 3.000 millones de euros. Ayer, la presidenta de la Comisión, Ursula von der Leyen, dijo que «sólo fluirá cuando se convierta en un país democrático».
Lufthansa, precursora. Lufthansa anunció la «suspensión de sus operaciones» en el espacio aéreo bielorruso. La medida responde al tratamiento que recibió el vuelo de Ryanair, pero también al retraso que sufrió uno de sus aviones en Minsk por un supuesto aviso de bomba.
Medidas, a priori, complejas desde el punto de vista burocrático. Porque la OACI, con sede en Montreal, no tiene poder regulador y la UE carece de autoridad sobre las operaciones en Bielorrusia, más allá de las conexiones desde sus países. El riesgo de vetar a la aerolínea Belavia estaba en que Lukashenko pudiera 'secuestrar' a europeos que residen en el país. Utilizarlos como rehenes. Así que no se descartaban matices de última hora.
Lo evidente es que la UE (como tampoco Reino Unido o Estados Unidos) no se creen la versión que dio Minsk sobre el incidente -dijo haber recibido una amenaza de Hamás de que una bomba iba a explotar en el vuelo-. La tesis occidental es que forzó el aterrizaje solo para detener al opositor Protasevich. Y aquí los líderes no tienen ninguna duda: exigen tanto su liberación como la de su novia Sofia Sapega. El jefe de la diplomacia comunitaria, Josep Borrell llamaba este lunes a consultas al embajador bielorruso para la UE como primera reacción diplomática de enfado. Y Lukashenko, lejos de amedrentarse, daba a última hora otro giro de tuerca al expulsar a la embajadora de Letonia en Minsk. Crisis en escalada.
«Condena» de las actividades «ilegales y provocadoras de Rusia contra la UE, sus Estados miembros y más allá». Así arrancaba el texto de compromiso pactado por los líderes europeos en la difícil relación que el bloque mantiene con el régimen de Vladimir Putin marcada por encerronas diplomáticas, el encarcelamiento del opositor Alexei Navalny, expulsiones cruzadas de altos funcionarios y los ya consabidos ataques digitales utilizando como arma las 'fake news'. La UE «reafirma la unidad y la solidaridad de la frente a tales actos, así como su apoyo a los socios orientales» y su compromiso «con los cinco principios que rigen la política de la UE con respecto a Rusia» y que no se cumplen desde el primero: Ucrania.
Del debate estratégico sobre Rusia salió un encargo para Josep Borrel. El Alto Representante tendrá que presentar en junio un informe sobre como orientar la relación futura.
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