La estatua de Montanelli, próximo objetivo del movimiento antirracista

El episodio fue considerado habitual en aquel contexto histórico y geográfico por el fundador del diario 'Il Giornale' y premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades en 1996. Sin embargo, la pena podría pagarla ahora el monumento a Montanelli que hay expuesto desde 2006, cinco años después de su muerte, en unos céntricos jardines de Milán que llevan su nombre.

«Ya es hora de decir basta a esta ofensa a la ciudad y a sus valores democráticos y antirracistas», denunció la asociación milanesa Sentinelli, que ha pedido al Ayuntamiento de la capital económica del país que retire la estatua y cambie el nombre al parque por el de alguien «que sea más digno de representar la historia y la memoria» de la urbe. Un ejemplo más de la oleada iconoclasta contra estatuas de personajes considerados racistas tras el asesinato del afroamericano estadounidense George Floyd, la petición sobre Montanelli ha sido bien acogida por miembros del grupo municipal del Partido Democrático (centroizquierda).

La derecha, en cambio, ha puesto el grito en el cielo. «Qué vergüenza, viva la libertad», comentó Matteo Salvini, líder de la Liga, que calificó de «grande» a Montanelli. Paradójicamente, durante la parte final de su carrera, este intelectual fue un símbolo para la izquierda por su enfrentamiento con Silvio Berlusconi.

«Debería quitarse la estatua y ponerse en su lugar una que recuerde a la niña de 12 años a la que violó. Es como una herida en la memoria de las personas que sufrieron el colonialismo. Y si no se quita, al menos habría que incluir la historia de la niña», opina la escritora italosomalí Igiaba Scego, cuyo último libro, 'La linea del colore', cuenta la historia de una afroamericana que llega a Italia en la segunda mitad del XIX. «La estatua de Montanelli es reciente y se puede quitar o cambiar. No ocurre lo mismo con los monumentos del fascismo, pero a los que hay que añadir la verdadera historia de lo que supuso aquella ideología». Scego recuerda que ya en 1960 el escritor Gianni Rodari proponía completar los textos de Benito Mussolini expuestos en el Foro Itálico con frases que explicaran el dolor causado.

La idea de retirar la estatua de Montanelli provocó la repulsa del 'Corriere della Sera', el diario en el que creció y al que volvió tras su etapa en 'Il Giornale'. «Si un episodio aislado fuera suficiente para descalificar una vida, no quedaría en pie ni una estatua. Sólo las de los santos, y ni siquiera todas», comentó este jueves en el periódico milanés Beppe Severgnini. Este columnista recordó que Montanelli entendió «la injusticia y el anacronismo» de su relación con la muchacha de 12 años, pero nunca pretendió ocultarla. «La jovencísima Destá luego fue la esposa de un ordenanza eritreo, con el que tuvo 3 hijos. Al primero lo llamaron Indro».

Para Scego la controversia surgida en torno al escritor demuestra las dificultades de Italia para analizar su pasado colonial, «muy desconocido». «Aquí se vive de mitos y se ignora casi todo lo demás», advierte la escritora. El monumento a Montanelli ya sufrió un ataque el 8 de marzo de 2019 cuando fue embadurnado con pintura rosa por un colectivo feminista para recordar el episodio con la niña, que tuvo lugar cuando el entonces soldado tenía 26 años.