Los conservadores alemanes apuestan por Laschet para suceder a Merkel

Tras cantar victoria, Laschet anunció en rueda de prensa que Söder jugará «un papel central» en la definición del futuro de Alemania tras los comicios de otoño. Pese a la disputa para liderar la campaña electoral, el presidente de la CDU aseguró que la cooperación entre las dos formaciones de la Unión «es buena y llena de confianza». Lo importante ahora es que los partidos hermanados «se presenten como equipo a las elecciones», dijo el primer ministro renano, quien dio las gracias expresamente a Söder por «anunciar su apoyo sin reservas a mi persona y la CDU por su parte y la de la CSU». Entre las primeras en felicitar a quien aspira a sucederla al frente del gobierno alemán figuró Angela Merkel: «me alegro por nuestra colaboración en los próximos meses». El secretario general de la CDU, Paul Ziemiak, aseguró que «Laschet es el candidato del centro de la sociedad en Alemania» y un «apasionado» europeo capaz de dirigir y de unir como gobernante.

El vencedor del duelo tendrá que recoger, sin embargo, un montón de escombros tras un duelo que ha dañado apreciablemente la popularidad de la Unión y minado la cohesión de los conservadores. Presidente de la CDU desde hace tan solo tres meses, Armin Laschet estaba obligado a exigir fidelidad y demostrar su autoridad entre sus propios correligionarios, pero a costa de dejar patente su fragilidad como líder. Pudo apreciarse en la forzada y determinante votación de la ejecutiva cristianodemócrata. 31 de sus miembros votaron a favor de Laschet, pero seis se abstuvieron y nueve se pronunciaron a favor de Söder. Un respaldo al líder bávaro que anteriormente habían expresado también públicamente las influyentes juventudes de la CDU y un apreciable número de diputados de la Unión en el Bundestag. Un sondeo de la primera cadena de la televisión pública alemana ARD dejó además claro que Söder era el favorito del pueblo. Un 44% de los alemanes se pronunciaron a su favor y tan solo un 33% defendía la candidatura de Laschet. Más abrumador el resultado de la encuesta entre los seguidores de la Unión: un 72% a favor del bávaro y solo un 17% por el renano.

Críticas al presidente de los cristianodemócratas también por el confuso procedimiento para la elección del candidato conservador a la jefatura del gobierno alemán. En ningún momento se definieron reglas o gremios para una votación y la incertidumbre y tensiones entre los conservadores aumentaron según avanzaban los días sin una decisión clara. La elección de Laschet como candidato para lograr que los conservadores se perpetúen en el poder tras 16 años de gobierno de Merkel coincide con encuestas a la baja para los partidos de la Unión. Mientras a comienzos de año los sondeos auguraban a CDU/CSU cerca de un 40% de votos en las elecciones del 26 de septiembre, ahora se encuentran por debajo del 30% y a la baja, en gran parte debido al hartazgo del pueblo por las restricciones debido a la pandemia de coronavirus y la lenta y frustrante campaña de vacunación. Y en la misma medida en que cae la popularidad de los conservadores, aumenta la de Los Verdes, sus más serios rivales electorales.

La formación ecologista proclamó este lunes a su copresidenta Annalena Baerbock candidata a la cancillería tras un proceso armónico, sin sobresaltos y con el apoyo cerrado de dirección y bases. Las encuestas adjudican a Los Verdes más del 20% de votos con tendencia al alza y a reducir poco a poco su diferencia con los conservadores. Y entre los votantes de estos últimos hay mucho desencantado que rumia apoyar a los ecologistas. Los Verdes acaban de ganar por tercera vez consecutiva los comicios en el estado federado de Baden-Württemberg, la región más rica de Alemania, con los cristianodemócratas como socios menores en el ejecutivo. Un modelo que muchos votantes desean para Berlín.