Las diez noticias imprescindibles de Burgos este martes 21 de enero
Seguimiento electoral en un pub alemán con Olaf Scholz en pantalla.
Angela Merkel se retira

Verdes y liberales decidirán el nuevo Gobierno de Alemania

El socialdemócrata Scholz, que consigue una ligera ventaja, y Laschet, que bajo su liderato los conservadores de la CDU sufren una caída histórica, necesitarán forjar unas complicadas alianzas

juan carlos barrena

Corresponsal. Berlín

Domingo, 26 de septiembre 2021

A falta del recuento completo de votos, los socialdemócratas aventajan por un ligero número de papeletas a los democristianos en las elecciones alemanas. Esta situación permitió a Olaf Scholz encarnar la 'resurección' del SPD, partido por el que nadie apostaba hace menos de un año, ... mientras su rival, Armin Laschet, quedaba vinculado para la historia al primer desastre conservador en tres lustros, al quedarse la CDU por debajo de un 30% de apoyo.

Publicidad

Eso sí, todo ello en un escenario de gran relatividad. La noche comenzó para los dos principales partidos en una situación de empate técnico. Y ninguno se impuso en las horas posteriores con la claridad suficiente como para determinar ya al sucesor de la actual canciller, Angela Merkel, quien vivió su última jornada electoral como jefa de Gobierno de un modo discreto y nada feliz a la vista del veredicto de las urnas. El porvenir queda así abierto. Los candidatos caminan sobre arenas movedizas. Tanto Scholz como Laschet tienen ahora mismo oportunidades de encabezar la próxima legislatura alemana. Todo depende de las coaliciones que logren negociar en las próximas semanas. Sus principales interlocutores serán Los Verdes y los liberales. Ambos sufrieron anoche su particular decepción al terminar por debajo de sus expectativas electorales, pero serán quienes decidan la presidencia del país.

Las negociaciones para conseguir una alianza de gobierno se presumen arduas y largas. A Alemania le esperan meses de incertidumbre. Los resultados abren ahora una larga partida de póker en la que socialdemócratas y conservadores tratarán de seducir a las dos formaciones menores para formar un tripartito con mayoría parlamentaria.

LAS CLAVES:

  • En ascenso. El aspirante socialdemócrata ha logrado reactivar unas siglas por las que nadie apostaba hace un año

  • Concepto. El presidente de la CDU, que este domingo mostró un gesto circunspecto, sabe que se juega su futuro político si no encabeza el Ejecutivo

  • La llave. Los Verdes y los liberales no alcanzan sus objetivos electorales, pero decidirán qué candidato se convierte en el nuevo canciller

Nada más conocerse los sondeos a pie de urna, que marcaban el claro empate técnico entre SPD y CDU/CSU, los dos principales candidatos se atribuían el triunfo y el derecho a gobernar. «Las ciudadanas y ciudadanos quieren que el próximo canciller federal sea Olaf Scholz», afirmó el todavía titular de Finanzas en un ambiente eufórico en la Willy Brandt Haus. «Hemos recibido un claro mandato para gobernar», sostenía por su parte Armin Laschet, quizá para esconder la frustración de haber hundido a su partido y sabedor de que su futuro como presidente de la CDU resulta bastante incierto. A Scholz se le veía sereno y satisfecho, a Laschet con una sonrisa forzada que traslucía la procesión que llevaba por dentro. Si no consigue el milagro de negociar con éxito la formación de un ejecutivo dejando en la cuneta al SPD se convertirá en un cadáver político.

Cuando Scholz asumió la candidatura de su partido a la jefatura del Gobierno germano y dijo que iba a ser el próximo canciller federal provocó hasta carcajadas entre sus rivales y los analistas políticos. Entonces el SPD estaba hundido en los sondeos con un 15% de intención de voto y nadie podía imaginar lo sucedido esta pasada noche. Cuando Laschet se convirtió en presidente de la CDU en enero pasado, los conservadores disfrutaban de unos pronósticos del 32% de sufragios y el convencimiento de que se mantendrían en el poder.

Publicidad

Más información:

Laschet se ha pasado la campaña metiendo la pata y disculpándose. Incluso este domingo en el colegio electoral dobló su papeleta al revés y la mostró antes de introducirla en la urna dejando a la vista el lugar en el que había hecho sus cruces. Una flagrante violación del secreto de sufragio que necesitó el perdón expreso del presidente de la mesa electoral central para que su papeleta no fuera anulada.

Coqueteos y preferencias

Ganadores de los comicios son también Los Verdes y los liberales (FDP), sobre todo por el hecho de que coronarán al próximo canciller federal. Y ponerse de acuerdo no será fácil. Los ecologistas han coqueteado toda la campaña con los socialdemócratas y los liberales han expresado también abiertamente que sus preferidos son los conservadores. Uno de los dos tendrá que cambiar de amigos. Más posibilidades de éxito debería tener la 'Ampelkoalition', la coalición del semáforo que, por los colores de los partidos, formarían socialdemócratas, liberales y verdes.

Publicidad

REACCIONES INTERNACIONALES:

  • UNIÓN EUROPEA. Las primeras reacciones llegaron del ala socialdemócrata de la UE. El vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, celebró que «la justicia social, la protección del clima y la transformación verde de nuestra economía y sociedad van de la mano y el resultado lo subraya». Y la líder del Grupo Socialistas y Demócratas del Parlamento Europeo, Iratxe García, felicitó a Scholz «por una campaña fuerte y exitosa en torno al respeto y la solidaridad. Nuestro objetivo es que un gobierno del SPD implemente los objetivos de un futuro más sostenible y social».

  • FRANCIA. La alcaldesa de París, Anne Hidalgo, se congratuló por la victoria del socialdemócrata, a quien desea que pueda formar gobierno. En un mensaje en Twitter, celebró que el SPD «ha derrotado a los pronósticos gracias a un programa ambicioso». En cuanto a los principales diarios, 'Le Monde' auguraba en su editorial que las negociaciones para formar el Ejecutivo «se estirarán en el tiempo» y fijaba Navidad como plazo. Tanto 'Le Figaro' como 'La Croix' destacaban el batacazo de la CDU. El primero de ellos señalaba que su resultado «marca una derrota histórica».

  • REINO UNIDO. Angela Merkel ha decepcionado a sucesivos primeros ministros británicos. Tanto David Cameron como Boris Johnson esperaron, en sus negociaciones con la UE, que la canciller facilitase el acuerdo que el primero necesitaba para ganar el referéndum de 2016 y, al segundo, un Brexit más beneficioso. Pero Merkel priorizó los intereses de la Unión sobre la venta de automóviles alemanes en el mercado británico. Londres no espera grandes cambios con la nueva coalición. Frustrado por el desdén de Berlín reprocha a Alemania confiar en el mercantilismo.

  • PAÍSES BAJOS. En Países Bajos, con programa especial desde Berlín, su televisión pública NOS se hizo eco del «ambiente deprimente» en el entorno del líder de la CDU, Armin Laschet, desde los primeros sondeos a pie de urna. De «derrota histórica» calificaba 'De Telegraaf' el vuelco de los conservadores, que calificaba al sucesor de Merkel como un «líder decepcionante». En su editorial, 'De Volkskrant' decía que aunque los resultados permitirían a la SPD y la CDU/CSU continuar la actual gran coalición, «tanto éstos como el pueblo parecen haber terminado con esta».

  • ITALIA. «Es un gran resultado que confirma la tendencia: de la pandemia no se sale hacia la derecha y hacia el individualismo. Se sale hacia la izquierda, hacia los valores de la solidaridad y la cohesión social». Así analizó el resultado de las elecciones germanas Enrico Letta, líder del Partido Democrático (PD), la principal fuerza del centro izquierda de Italia. «El voto premia a Scholz y al SPD. Refuerza el europeísmo. Una buena noticia para Europa e Italia», dijo. En la misma línea se mostró el ministro de Exteriores, Luigi Di Maio: «Ha sido derrotado el soberanismo».

  • GRECIA. Grecia es el país donde más antipatía siente la población por Angela Merkel, como registró una encuesta del Pew Research Center. El recuerdo todavía fresco del trauma de los rescates y el papel que Berlín jugó entonces explica tanto la falta de confianza en la canciller como el enorme interés con que siguieron los medios las elecciones germanas. Los analistas helenos esperan que un posible Gobierno de coalición entre el SPD, los Verdes y La Izquierda permita flexibilizar las reglas fiscales y propicie la recuperación de Atenas.

  • ESPAÑA. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, felicitó anoche al ganador de las elecciones: «Enhorabuena a Olaf Scholz y al SPD», proclamó. En un mensaje en Twitter, Sánchez destacó «los magníficos resultados» cosechados por la formación socialdemócrata y señaló que «España y Alemania seguirán trabajando por una Europa más fuerte». La recuperación económica y la crisis climática han sido dos de los ejes de la campaña electoral; por ello, Sánchez abogó «por una recuperación justa y verde, que no deje a nadie atrás».

  • EE UU. Ante el resultado electoral fragmentado, la prensa estadounidense se lamentaba anoche más por el hecho de que, tras 16 años en el poder, Angela Merkel no será la próxima canciller. El 'Washington Post' en su editorial resaltaba el legado de un liderazgo «sobrio y paciente», y la estabilidad de su mandato forjado en los valores democráticos. Con el título 'Una Alemania cambiada ve el fin de una era con la salida de Merkel', el 'New York Times' destacaba las transformaciones profundas del país y su ansiedad ante mayores cambios.

  • RUSIA. Sea el nuevo canciller el socialdemócrata Olaf Scholz o el democristiano Armin Laschet, ambos a favor del gaseoducto ruso Nord Stream-2, Moscú cree que la relación con Berlín seguirá como la dejó Angela Merkel. Así lo estima el vicepresidente del Senado ruso, Konstantín Kosachiov, partidario de que «se mantenga el legado». El miembro del Comité de Política Exterior del Senado, Andréi Klimov, está también convencido de que las relaciones con Alemania «se mantendrán en clave positiva», a pesar de las discrepancias.

  • BÉLGICA. El 'codo a codo' entre SPD y conservadores saltaba a los titulares de medios belgas como la cadena pública RTBF o el diario francófono 'Le Soir', que también destacó el declive histórico de la CDU. «Un revés que ensombrece el final del reinado de Merkel, cuya popularidad sigue en su cenit tras cuatro mandatos, pero que ha demostrado ser incapaz de prepararse para su sucesión». En la RTL Belgique sus analistas resaltaban otra variable: «El renacimiento» de la formación de Olaf Scholz, «que agonizaba hace apenas unos meses».

Laschet pretende la 'Jamaika Koalition' -por los colores de la bandera del país caribeño-, con el negro que representa a los conservadores, más ecologistas y FDP, pero tiene menos visos de éxito. Los resultados restan autoridad al presidente de la CDU para negociar. Lo que sí se da por seguro es que habrá más de un contacto clandestino en el esforzado proceso de ligar una coalición.

Junto a los conservadores pierden también los extremos del abanico político. La Izquierda, la suma de los excomunistas la RDA y una disidencias del SPD, que aspiraba a formar parte de una alianza con socialdemócratas y verdes, se ha quedado muy lejos de aportar escaños suficientes para dar un giro radical a la política alemana. Es más, la formación socialista ha quedado incluso al borde de su expulsión del Bundestag con su raspado 5%. Pero también los ultranacionalistas de Alternativa para Alemania (AfD) se han debilitado, tras pasar desapercibidos en campaña y solo destacan en sus feudos del este alemán.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Disfruta de acceso ilimitado y ventajas exclusivas

Publicidad