Soldados polacos instalan una alambrada a lo largo de la frontera con el enclave ruso de Kaliningrado. EFE

Rusia aviva las tensiones con Polonia al anunciar grandes maniobras en Kaliningrado

Las autoridades de Moscú precisan que este invierno la Flota del Mar Báltico llevará a cabo «decenas» de ejercicios militares tanto navales como en tierra en una zona fronteriza especialmente sensible

rafael m. mañueco

Corresponsal. Moscú

Sábado, 19 de noviembre 2022, 20:51

Durante el próximo invierno la Flota del Mar Báltico rusa se propone llevar a cabo «decenas» de maniobras tanto navales como en tierra en el enclave ruso de Kaliningrado, la antigua Prusia Oriental. El anuncio se hizo este sábado mediante un comunicado cuatro días después ... de la crisis desencadenada por la caída el pasado martes en Polonia de un misil de la defensa aérea ucraniana que en un principio se creyó que podía ser ruso.

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Lo cierto es que altos dirigentes estadounidenses, europeos y de la OTAN señalaron que, de no haberse producido la invasión militar de Ucrania, ninguna persona hubiera muerto en Polonia a causa de ningún misil y que la responsabilidad última de lo sucedido recae indefectiblemente sobre Moscú. Washington habló incluso de un mayor reforzamiento de su dispositivo militar en Europa del Este.

De esta manera, el presidente Vladímir Putin parece haber decidido hacer frente a lo que considera un aumento de la amenaza que supone Estados Unidos y sus aliados de la OTAN para Rusia a base de mantener entrenadas permanentemente su Marina y Ejército en el extremo más occidental del país. En estos ejercicios, según las agencias rusas, participarán, además de navíos de la Flota del Báltico, «aviones, fuerzas de defensa aérea, tanques y unidades de tierra motorizadas».

De acuerdo con las informaciones difundidas por la Armada rusa y el Ministerio de Defensa, serán «maniobras a gran escala de varios niveles» en respuesta «al aumento de la actividad de la Alianza cerca de las fronteras de Rusia». Kaliningrado, cuya capital fue la antigua Königsberg, es una zona especialmente sensible al encontrarse al norte de Polonia y al oeste de Lituania, países ambos miembros de la OTAN y muy involucrados en la ayuda militar a Ucrania.

Se da además la circunstancia de que Polonia ha negado el acceso a su territorio al jefe de la diplomacia rusa, Serguéi Lavrov, que se disponía a tomar parte los próximos 1 y 2 de diciembre en la reunión de ministros de Exteriores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa (OSCE) convocada en Lodz. Esta decisión de Varsovia ha levantado un gran revuelo en Moscú, que la califica de «provocación».

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«Decisiones destructivas»

Polonia preside actualmente la OSCE y, según Moscú, «ha violado las reglas» de la organización. «Con decisiones tan destructivas, los polacos, con el apoyo de sus afines en Occidente, están empujando a la OSCE al abismo, privándola de una de sus últimas oportunidades de demostrar su relevancia en el fortalecimiento de la seguridad y el establecimiento de la cooperación, para lo cual fue creada», reza el comunicado difundido este sábado por el Ministerio de Exteriores ruso. Polonia advirtió el viernes que deniega la entrada a Lavrov porque la delegación rusa «no debe incluir a personas sancionadas por la Unión Europea tras la agresión ilegal de Rusia contra Ucrania el 24 de febrero».

Además, el jueves por la mañana, la OTAN denunció que dos aviones de combate rusos sobrevolaron en el mar Báltico a navíos de la Alianza a una distancia muy corta, en vuelo rasante a tan sólo 91 metros de altura, maniobra considerada muy peligrosa. Al parecer, los pilotos rusos no respondieron a los mensajes de advertencia. El mar Báltico, ya de por sí de importancia estratégica, se ha convertido en un área de tensión después de que Suecia y Finlandia decidieran solicitar el ingreso en la OTAN.

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