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Rafael M. Mañueco
Corresponsal en Moscú
Domingo, 20 de febrero 2022, 16:48
La aparente desescalada que Rusia comenzó la semana pasada retirando parte de sus tropas de la frontera con Ucrania se ha ido al traste después de que el viernes los dirigentes de las repúblicas rebeldes de Donbass decidieran enviar la población a Rusia de forma ... masiva, decretar la movilización general de los hombres de entre 18 y 55 años, intensificar los enfrentamientos armados con el Ejército de Kiev y difundir todo tipo de bulos sobre ataques de la artillería ucraniana y supuestas acciones de sabotaje y terrorismo de unidades enviadas por Kiev con objetivo «desestabilizador».
Las cosas han llegado al punto de que las maniobras conjuntas que el Ejército ruso realiza en Bielorrusia con las fuerzas de éste país, que comenzaron el pasado 10 de febrero y deberían haber finalizado este domingo, se prolongarán 'sine die'. El presidente ruso, Vladímir Putin, le advirtió este domingo por teléfono a su homólogo francés, Emmanuel Macron, que el motivo de tal desarrollo de la situación y del repunte de tensión se debe a las «provocaciones» de Kiev, no a Rusia, según recalcó.
El Ministerio de Defensa bielorruso difundió este domingo una nota de su titular, Víctor Jrenin, anunciando que, por decisión de Putin y el presidente bielorruso, Alexánder Lukashenko, los ejercicios militares conjuntos «continuarán debido al agravamiento de la actividad bélica cerca de la frontera con Ucrania y al empeoramiento de la situación en Donbass».
Crisis de Ucrania
Esta explicación hace colegir inevitablemente que el fin último del gran despliegue en territorio bielorruso de tropas y material de guerra no era un mero entrenamiento sino más bien la preparación para una eventual intervención contra Ucrania, no sólo desde Crimea o las regiones rusas fronterizas, sino también desde suelo bielorruso.
Según Jrenin, que no ha avanzado una nueva fecha para la finalización del operativo, «Occidente está atiborrando a Ucrania de armas modernas y prioriza las de carácter ofensivo». Más tarde, el responsable de Defensa de Bielorrusia aseguró que el tiempo adicional que duren los ejercicios «servirán para crear una fuerza de intervención rápida (...) dirigida a organizar un contraataque» en el caso de que Ucrania pudiera lanzar una ofensiva contra Minsk. El ministro de Exteriores lituano, Gabrielius Landsbergis, cree que la permanencia del Ejército ruso en Bielorrusia «es la preparación para atacar y tomar Kiev», ya que el país comparte un tramo significativo de frontera con Ucrania desde donde la capital ucraniana queda cerca.
Los expertos han venido señalando que, en el caso de que Rusia lanzara un ataque contra Ucrania, se circunscribiría solamente a defender Donbass y, como mucho, a crear a su alrededor una franja de seguridad. Pero nunca a desencadenar una guerra total que incluyera la toma de Kiev u otras ciudades importantes como Dnipró, Járkov u Odessa.
Tanto Moscú como Minsk dieron promesas a comienzo de la pasada semana de que, una vez terminadas las maniobras, las tropas rusas saldrían inmediatamente del país con destino a sus acuartelamientos en Rusia. Sin embargo, el jueves, Lukashenko ya empezó a cambiar de idea y anunció que «parte del material bélico ruso permanecerá en Bielorrusia tras el final de los ejercicios».
Al mismo tiempo, Lukashenko señalaba que «los militares de Bielorrusia y Rusia podrían regresar a sus acuartelamientos permanentes en un solo día, pero estarán en la república durante el tiempo que sea necesario».
De acuerdo con la nota difundida este domingo por el Kremlin, Putin le dijo a Macron que Occidente «está empujando a Kiev a una solución militar» mediante el envío de armas y municiones. El máximo dirigente ruso deploró también que «Kiev solo imita un proceso de negociación y se niega obstinadamente a aplicar los acuerdos de Minsk».
En tal situación, informó el departamento de prensa de la Presidencia rusa, los líderes francés y ruso acordaron intensificar la búsqueda de soluciones por la vía diplomática (…) para propiciar el restablecimiento del alto el fuego». Para ello, hoy lunes deberá reunirse el grupo de negociadores trilateral (Rusia, Ucrania y la OSCE) para tratar de detener la actual escalada. justo cuando también tiene previsto celebrarse otra reunión extraordinaria del consejo permanente de la OSCE.
Los servicios secretos de Estados Unidos creen que ya se ha dado orden a los comandantes de las fuerzas militares rusas para que ataquen Ucrania, según tres fuentes estadounidenses diferentes consultadas por la cadena CNN. Dos funcionarios estadounidenses y una fuente cercana a los servicios secretos estadounidenses han proporcionado esta información sobre la orden trasladada a los comandantes tácticos rusos.
Estas órdenes son uno de los indicativos de invasión que vigilan los espías estadounidenses. Los otros son la intercepción de las comunicaciones y ataques informáticos generalizados, hechos que por el momento no se han detectados, han explicado las fuentes. Las mismas fuentes han explicado que estas órdenes pueden retirarse y de que también puede tratarse de desinformación para confundir a Estados Unidos y sus aliados.
La noticia sobre el envío de estas órdenes a los comandantes de las fuerzas rusas ha sido recogida en primer lugar por el periódico 'The Washington Post'.
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