Sosa Wagner: «Se podían haber utilizado mecanismos más eficaces que el estado de alarma»

Dijo el catedrático Sosa Wagner que la pandemia, que era impredecible, ha producido una «gran conmoción» en el mundo del Derecho y que, cuando acabe, todos los dispositivos jurídicos puestos en marcha para combatirla «se desactivarán». Explicó que los mecanismos han sido variados y complejos en los distintos países y señaló que en España se ha optado por»el de mayor complejidad. Se ha hecho de manera un poco inconsciente y sin advertir que en la mano del legislador podían haberse utilizado otros mecanismos bastante más simples y probablemente más eficaces que el estado de alarma».

Se refirió a los poderes de emergencia excepcionales que se distribuyen en tres figuras, los estados de alarma, excepción y sitio, recogidos en el artículo 116 de la Constitución, pero aclaró en la legislación de régimen local, en la sanitaria o en la de seguridad ciudadana, también hay previstas normas para las actuaciones excepcionales. «En el ámbito de régimen local, por ejemplo, ante una catástrofe, un alcalde puede adoptar una serie de medidas sin tener que llegar a que el gobierno adopte el estado de alarma. Esto ha sido un exceso que nos ha llevado a todos los juristas a dar vueltas sobre si estos Estados reducen los derechos fundamentales», remarcó.

Cada país actuó como mejor pudo para frenar la pandemia. Sosa Wagner quiso analizar la reacción de los gobernantes alemanes, que optaron por no decretar el estado de alarma o similar. «Tenían miedo a los estados excepcionales porque fue lo que les llevó al nazismo».

La respuesta legislativa alemana, según Sosa Wagner, fue «mucho más comedida» que la española, y consistió en la reforma de la Ley de Protección contra las Infecciones, que se acomodó a las exigencias que imponía la propagación del virus. «Ante problemas parecidos, hay diferentes formas de afrontarlos. En España, algunos partidos políticos ya advirtieron que era excesivo el recurrir a la legislación de excepción. Se hubieran podido modificar tres leyes para otorgar a las comunidades autónomas los instrumentos adecuados», opinó.

Puso también el ejemplo de Francia que, en lugar de aplicar los estados de excepción y alarma, modificó la ley sanitaria correspondiente. «Aquí eso no se ha hecho, a pesar de que se ha propuesto. Quienes han manejado este asunto en el gobierno son unos manazas desde el punto de vista jurídico. Esto se podía haber hecho con mucha más sutileza», detalló el catedrático de Derecho Administrativo d ela Universidad de León.

Lo que a Sosa Wagner le alarma sobre el decreto de alarma es la improvisación y la incorrección constitucional. «¿Hacer un estado de alarma durante 6 meses? Eso es una contradicción en sí misma. Un estado de alarma está previsto para situaciones perentorias y transitorias. Un estado de alarma es un despertador, que suena un momento y se apaga, porque si suena continuamente, nos vuelve a todos locos. Eso es lo que está sucediendo con el estado de alarma ahora mismo».

Dijo que la democracia «ha sido alterada por un fenómeno sanitario que nos ha desbordado» y que «se disparató el andamiaje jurídico» cuando se permitió que los jueces pudieran ser corresponsables de las decisiones del Gobierno. Señaló también que la dependencia de la población y de las empresas de las ayudas públicas es absoluta y que cuanto más dure esta situación, «más dependientes seremos. Y eso es tremendo desde el punto de vista de una sociedad libre».