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Joaquina dueñas
Madrid
Martes, 6 de abril 2021, 00:18
La separación de Rocío Carrasco es un conflicto sin fin, tanto que dos décadas después de que se produjera todavía logra en la emisión de su tercer programa audiencias superiores al 25%. A pesar de que baja de los tres millones de espectadores, los capítulos ... 4 y 5 de 'Rocío: contar la verdad para seguir viva', se mantuvieron líderes de su franja horaria. Dos episodios que abarcan los años 1999 y 2000 cuando la hija de Rocío Jurado vive algunos de los peores y de los mejores momentos de su vida. Entre los claros, a parición de Fidel Albiac en su vida, cuando lo vio llegar, todavía como novio de su amiga Rocío Mestre, mientras ella comía pipas en el verano chipionero o la adopción de sus hermanos, José Fernando y Gloria Camila. Entre los oscuros, la irrupción del abogado Emilio Rodríguez Menéndez, el grave accidente de tráfico que sufrió junto a Fidel Albiac y que estuvo a punto de costarle la vida y la ruptura con su padre, Pedro Carrasco.
Con los juzgados como escenario principal de las demandas y las contrademandas de la expareja, uno de los momentos más tensos de esos años se vivió cuando la cantante Rocío Jurado hace unas declaraciones en Argentina en un programa de televisión, «pensando que estaba en publicidad hace una serie de comentarios en los que califica a Antonio David de nefasto» y le acusa de «perseguir a su hija», «de darle mala vida» y de querer quitarle a los hijos. Razón por la que Antonio David, de la mano de Rodríguez Menéndez, le interpone una demanda de 1.000 millones de pesetas. «Mi madre se murió pensando que se los iba a tener que pagar por haber dicho una verdad como un templo, que me maltrataba, que me iba a quitar a mis hijos, que era nefasto y se quedó corta», afirma rotunda. «Mi madre no lo adoraba, mi madre le temía como al demonio», sentencia.
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Pero antes de eso, Fidel Albiac había pasado de ser un muy buen amigo a convertirse en el amor de su vida. De hecho, es el momento de todo lo emitido hasta ahora en que a Rocío se la ve más feliz, sin el velo de tristeza que le acompaña permanentemente. Albiac ha sido su apoyo durante todos estos años y cuenta con el reconocimiento de algunas de sus mejores amigas, como María Teresa Campos y sus hijas, Terelu y Carmen Borrego. Con él, dice que «llegó la luz, la ilusión, el amor, el apoyo, la comprensión, llegaron muchísimas cosas buenas».
Sin embargo, esa felicidad se vio truncada temporalmente por un tremendo accidente que la reciente pareja tenía en la carretera de Rascafría en Madrid. El coche daba varias vueltas de campana y Rocío Carrasco tenía que ser evacuada en helicóptero al hospital 12 de Octubre mientras que Fidel era trasladado en ambulancia. Un hecho, que además de estar a punto de costarle la vida, le costó la relación con su padre. Rocío Carrasco se muestra implacable ante la actitud que tomó su familia con su actual marido y los acusa de presionar para que apenas fuera atendido en el hospital. «Todos ellos se permitieron el lujo de hacer eso porque se pensaban que yo me iba a morir, si no, no tiene ninguno cojones de sacarlo del hospital. Le echaron la culpa a él ¿Qué humanidad? Eso no se hace con nadie», se lamenta.
Desde entonces, la relación con su padre cambió a peor durante mucho tiempo, más aún después de saber que junto a su tío Amador y al marido de su madre, José Ortega Cano, había «sacado» a Fidel de su casa. «Ninguno tenía derecho porque esa era mi casa», espeta. Una actitud que Rosa Benito, tía de Rocío y exmujer de Amador, ha justificado en el programa en el que colabora ('Ya es Mediodía) argumentado que apenas conocían a esa persona y era una situación extremadamente difícil para la familia mientras Rocío permanecía en coma inducido.
En lo referente a Antonio David, un suma y sigue de acusaciones de manipulación, de presuntos malos y de una escalada de terror. «Era una situación terrorífica, de no dormir por la noche. Miraba el coche, miraba la casa, miraba todo. No sabíamos lo que nos podía pasar», continua y asegura que con todo ese miedo, todo el que estaba a mi lado desaparece, todos menos Fidel, al que desde una revista que dirige Rodríguez Menéndez, llegan a acusar de tráfico de drogas y de negocios relacionados con la prostitución. El objetivo, asegura, era «dejarme sola y aislarme».
La cadena ha decidido adelantar la emisión del próximo episodio a este mismo miércoles y ha avanzado cómo Rocío Carrasco descubre que, además de supuestamente manipular a la prensa para desprestigiarla como madre y utilizar a su abogado para infundir terror, Antonio David, presuntamente, manipula a sus hijos para ponerlos en contra de ella.
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