Mañueco descarta una repetición de elecciones y se abre a dialogar con Vox

Para lograr formar gobierno, Alfonso Fernández Mañueco ha abierto un proceso de diálogo en el que considera «legitimadas» para sentarse a la mesa a todas las fuerzas políticas de ese hemiciclo. Incluido Vox, pese a lo dicho por el presidente de su partido, Pablo Casado, y lo apuntado después por un dirigente histórico como es José María Aznar, que ha asegurado en referencia a Castilla y León que no ve «ventajas de que Le Pen esté en el Gobierno». Fernández Mañueco ha reivindicado la aplicación de su criterio frente a lo que opinen dirigentes de su partido. «Me caracterizo por tener mi propia personalidad», recalcó.

«Yo no descarto a nadie», ha remarcado Mañueco, que ha fijado como punto de partida en la negociación el programa del PP y sus «mil» medidas. Para eso, ha dicho, es el partido «más respaldado, con mayor número de escaños y de votos». El dirigente popular se ha mostrado abierto «a incorporaciones y variaciones» en ese programa «siempre que persigan mejorar la vida de los castellanos y leoneses».

El descarte contundente de repetir elecciones por la falta de acuerdo, la legitimación expresa de Vox para negociar y la reivindicación de que será él, desde Castilla y León, quién lidere ese diálogo son tres cuestiones que marcan un viraje respecto a las declaraciones del propio Alfonso Fernández Mañueco del martes, tras la Junta directiva autonómica del partido, y la línea marcada por Génova. Que no haya otras elecciones en julio depende directamente, en este momento, de lo que exija Vox y lo que el partido de Abascal esté dispuesto a ceder en la negociación con el PP.

El presidente en funciones de Castilla y León ha evitado reiteradamente pronunciarse sobre la posibilidad de que Vox presida las Cortes a cambio de apoyarle para continuar en la Junta o sobre la reclamación reiterada tanto del candidato del partido que tiene la llave de la gobernabilidad de la comunidad, Juan García-Gallardo, como de su presidente Santiago Abascal, de formar un gobierno de coalición en similares condiciones a las que el PP acordó en 2019 con Ciudadanos. Fernández Mañueco ha eludido expresamente descartar la derogación del Decreto de Memoria Histórica y Democrática de Castilla y León aprobado por el Gobierno de Juan Vicente Herrera en 2018. «Eso forma parte del diálogo», ha apuntado.

Tildó de «hipótesis» y «futuribles» la exigencia de consejerías o esa presidencia del parlamento autonómico por parte de Vox o la solicitud u oferta de la abstención de los socialistas para evitar esa repetición electoral y que el partido ultraconservador quede apartado de la entrada en las instituciones de Castilla y León. Alfonso Fernández Mañueco expresó su opinión y avanzó cuál es su posición. «¿Que si veo posible un futurible? Mi responsabilidad es hablar de hechos», remarcó.

En un día en el que el Partido Popular se ha visto sacudido por la denuncia sobre un posible caso de espionaje interno contra Isabel Díaz Ayuso, el presidente del partido en Castilla y León ha reiterado que la responsabilidad de la negociación será suya y que él sera el que lleve «las riendas» de la negociación. Con «las manos libres» y la «mente abierta», enfatizó Alfonso Fernández Mañueco.

La ronda de contactos empieza el próximo lunes con el socialista Luis Tudanca, seguirá el miércoles con el candidato de Vox y el sábado con Soria ¡Ya!. El lunes siguiente está citado el candidato de UPL y el martes el de Unidas Podemos. El PP no ha concretado fechas aún con Por Ávila y Ciudadanos. Sobre Francisco Igea, que fue su vicepresidente hasta que convocó las elecciones en diciembre, Alfonso Fernández Mañueco ha apuntado que no le ha felicitado por ganar las elecciones. «No ha tenido a bien dirigirse a mí ni telefónicamente ni por escrito».