Secciones
Servicios
Destacamos
Un museo de libro en Burgos ha tomado su nombre y ello hace que se le conozca un poco más. El primer libro impreso en castellano, la 'Comedia de Calisto y Melibea', osea 'La Celestina' , del Bachiller Fernando de Rojas, en 1499 le dio fama. ... Pero apenas existen datos biográficos de este hombre, extranjero en Castilla, extraño creador de un aparato de imprenta al ejemplo de Güttemberg, que vivió y murió en Burgos a caballo entre el siglo XV y XVI.
Su nombre, al parecer era Fadrique, pero nadie lo ha certificado. Por ese nombre pasó a la historia. Pero su vida es un auténtico misterio que intentaremos desentrañar. Todo son conjeturas, pero tal y como se le conocía, pudo nacer en Basilea. La ciudad, suiza hoy, era un foco cultural y universitario en esta época. Se especula que allí nació en los años 60 del siglo XV.
En su ciudad natal había emprendido negocios con Michael Wenssler, con quien imprimió, hacia 1472, las Epistolae de Gasparinus Barzizius. Engañado por Wenssler y frustrado porque evitó firmar los ejemplares con el nombre de Fadrique, emprendió rumbo al imperio castellano. Burgos era un foco comercial y económico de ese momento en Castilla. Los Reyes Católicos, en especial Isabel, se lanzaba a la aventura de la conquista de las Indias. Burgos era el mejor destino.
El primer trabajo conocido y firmado es del 12 de marzo de 1485, es la 'Grammatica', de Andrés Gutiérrez Cerezo; posteriormente llegó 'El Sacramental', de Clemente Sánchez Vercial; antes de esa fecha, la imprenta ya trabajó para el Cabildo de la Catedral, imprimiendo unas indulgencias en 1482. Se conocáin sus impresiones por su marca tipográfica, en la que aparecen las armas de Basilea y las iniciales del impresor. Se le atribuyen 164 ediciones impresas en Burgos.
Quizá por ser un avanzado a su tiempo, no se quiso prodigar en las escenas palaciegas de Burgos, ni en sus salones de recreo, ni si quiera en los templos. Y eso que su imprenta, no sólo estaba en las casas del Cabildo, frente a la Catedral, sino que también trabajaba para los clérigos aunque en las propias dependencias de la Seo tuvieran también imprenta.
En el fondo, Fadrique tenía alma de innovador; de investigador y curioso y de hombre muchísimo más avanzado a su tiempo que los clérigos -en ellos residía la cultura – y por supuesto, que el analfabeto pueblo llano. Se la jugó con la Iglesia y publicó en 1497 el primer libro sobre el Anticristo que se conoce. Lo hizo sobre otro texto creado en el taller de Hurus en Zaragoza un año antes; y tuvo dos ediciones, la del año señalado y otra en 1535. Se custodian en la Biblioteca Nacional de España.
El libelo sobre el Anticristo se le atribuye a Martín Martínez de Ampiés y es una auténtica joya. María Jesús Lacarra Ducay en su artículo Aventuras y Desventuras del Libro del Anticristo de Martín Martínez De Ampiés, apunta que la primera pieza se remonta al tratado latino 'De ortu et tempore Antichristi', del monje Adso (920-992), también conocido como 'Libellus de Antichristus'.
Se dedicó, fundamentalmente, a la edición de textos hispanos, pero también publicó recopilaciones de textos legales, obras de humanistas españoles e italianos, devocionarios, manuales para la enseñanza del latín y numerosos pliegos sueltos de literatura popular.
Burgos Misteriosa
La Real Academia de la Historia (RAH) reconoce la escasez de datos acerca de la vida del impresor, pero destaca y acentúa que la mejor carácterística de su impreta no es la cantidad de libros publicadso sino «el carácter innovador, la perfección tipográfica, la capacidad técnica, la aplicación de soluciones innovadoras» del impresor.
Desde su primera obra hasta 1500 imprimió más de ochenta en l«las que la variedad y la renovación de los tipos utilizados, y la calidad tanto del texto como de las ilustraciones (xilografías y capitales grabadas)» la hicieron única, como destaca la RAH.
La última obra firmada por Fadrique de Basilea fue una traducción del texto atribuido a Tommaso Leoni. 'De una Pragmática de los carreteros', el 22 de agosto de 1517. Al año siguiente, Fadrique desaparece de las firmas y en su lugar figura su yerno Alonso de Melgar. En 1519 muere el Alemán.
Alonso de Melgar era un oficial de la imprenta que se casó con Isabel de Basilea, hija de Fadrique y de Isabel de la Fuente, segunda esposa del impresor. Cuando muere Alonso de Melgar, Isabel asume la imprenta. Después contrajo segundas nupcias con Juan de Junta, tipógrafo de origen florentino e iniciador de una larga saga de impresores.
Desde 1499 no se había vuelto a imprimir el original de la 'Comedia de Calisto y Melibea'. En 1501, en Sevilla, se imprimió un manuscrito de Fernando de Rojas, que difería algo del primitivo, del original. Todas las ediciones era copia de la sevillana. Sin embargo, en 1902 ocurrió el milagro: se conoció que la primera edición, la fetén, la original se había hecho en el taller de Fadrique.
La Biblioteca Hispánica de R. Foulché-Delbosc, introdujo una nota aclaratoria en el libro alque titulo: 'Comedia de Calisto e Melibea (Burgos, 1499) Reimpresión publicada'; y la siguiente nota aclaratoria:
«Hace dos años y medio, dimos a conocer por primera vez, la Comedia de Calisto y Melibea, forma primitiva de La Celestina, reproduciendo la edición sevillana de 1501. Ignoraba entonces el paradero del único ejemplar de una edición anterior: después de no pocas dificultades, pudimos dar con este libro, impreso en Burgos, el año 1499, por el Celebre Fadrique Alemán de Basilea (Friedrich Biel). Describimos minuciosamente el incunable en la Revue Hispanique (tomo IX, 1902, páginas 185-190), y los reimprimimos aquí al pie de la letra, limitándonos a extender las abreviaturas, arreglar la puntuación, y subsanar las erratas y deficiencias tipográficas. Diciembre de 1902».
Si las historias del sevillano Fernando de Rojas, o de Ampiés, junto con la impresión de las Coplas de Mingo Revulgo son algunas de las más importantes obras impresas en Burgos, cuando accede a llevar la imprenta Juan de Junta se imprime en la subida a la calle Tenebregosa una historia deliciosa, la de la doncella Teodor.
Se trata de uncuento medieval procedente de un relato de 'Las mil y una noches' , compuesto en la Escuela de traductores de Bagdad en el siglo IX y reelaborado con posterioridad en Egipto. El profesor de la Universidad de Sevilla Julián González-Barrera explica que la estructura narrativa «es sencilla y responde al arquetipo universal de la niña, doncella o esclava sabia que se enfrenta a un poderoso, o grupo de ellos, en undebate de sabiduría que suele tener un trasfondo religioso». La niña lo que trata es de ayudar a su amo a recuperar «una hacienda perdida».
La sabiduría de los libros nunca encontró oposición en la popular. Años después la aparición de la imprenta en Burgos, el Manco de Lepanto, Miguel de Cervantes, escribía la obra cumbre de la literatura de la época: 'Don Quijote de la Mancha'. Un tratado de sabiduría popular.
En la imprenta burgalesa se trabajaba entonces en otro libro. Manuel Benavides recogió en el Boletín de la Institución Fernán González. Del segundo semestre de 1974, un estudio titulado 'Burgos, cuna de la paremiología castellana'
En 1509 se imprimió en Burgos el primer libro de paremiología aparecido en España. Es de autor anónimo, lleva por título 'Refranes famosísimos y provechosos glosados». Al dorso de la portada se lee: «Un muy virtuoso hombre, allegado sea la vejez, considerando que los días de su vivir eran breves: deseando que un solo hijo que tenía fuese sabiamente instruido y aconsejado, para que discretamente viviese, de los presentes proverbios y refranes le doctrino».
El libro está dividido en doce capítulos, con un total de 244 refranes glosados. Termina con el siguiente colofón: «Fue empremido este presente tratado en la muy noble y leal civdad de Burgos: por Fadrique Aleman de Basilea. Acavose a. XIII días de agosto. Año de M y Dy IX años».
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para registrados
¿Ya eres registrado?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.